Ash
Estaba en ese momento entre dormida y despierta y sentí una carga de tensión en la espalda. Conocía esa tensión. Era Robert.
—Ash, nena
—Mmmm—me queje
Me di media vuelta y lo vi, la luz de la ventana iluminaba sus ojazos cafés y su sonrisa me llenaba de tranquilidad, puse mi mano en su mejilla, sintiendo su barba y sonreí.
—¿Que pasa?
—Tami va a llegar en un rato—dijo, sonriendo
—¿No tienes que trabajar? —me gire completamente en su dirección
Robert me acaricio lentamente la mejilla.
—Me tomé el día— dijo—quería estar aquí para cuando venga Tami.
Me impulse para poder sentarme en la cama, solté un suspiro mirando a Ro.
—Claro— dije sin poder evitar sentirme preocupada por como lo tomaría
Robert se impulso hacia mi y me dio un suave beso en la mejilla, moví mi cara a propósito para que sus labios quedarán frente a los míos y ya así, no pudo evitar besarme.
—Joder, amor, fue una tortura no besarte todo este tiempo.
Solté una risa y lo volví a besar confirmando lo que el dijo, era una tortura no poder besarlo.
Nos salimos del cuarto un rato después y esperamos abajo hasta que escuchamos la puerta abriéndose.
Tami entró con una gran sonrisa en el rostro pero entonces vio que ambos estábamos ahí, sentados en el sofá grande y su sonrisa disminuyó
—¿Que haces aquí? — se dirigió a Ro
—Volví anoche mismo
Ella nos miro detalladamente y luego se dirigió a mi.
—¿No estarías con Tarent?
—Creo que no conectamos— dije— volví temprano anoche
—Joder...
Tami camino hacia nosotros dejando unas bolsas que traía en el suelo, se sento en el sillón individual y nos miro como lo había hecho antes conmigo, con sospecha.
—Tamara— empezó a decir Ro— tengo que decirte algo
Entonces Tami lo miro con atención, pero Ro se quedo mucho tiempo en silencio impacientandome, así que simplemente lo solte.
—Tami. Me enamore de Ro
La cara de Tami se descompuso en una mueca de incredulidad
— ¿Qué dices? — su voz sonaba rasposa y quebrada
Respire profundo
—Solo paso... Yo... me enamore de el
Tami se puso de pie y empezó a maldecir. Algo dentro de mi me decía que ella lo sospechaba y eso hizo mas duro este momento. Sus ojos se llenaron de lagrimas que intento contener sin éxito.
— ¡Pero que mierda te pasa Ashley!— grito, la mire y luego mire a Ro sintiéndome miserable — ¿Tienes idea de lo que estas haciendo?— lloro y no pude hacer mas que llorar también — ¡Te abrí las puertas de mi casa! ¡Te ofrecí a mi papá como un tío!— maldijo una y otra vez mientras acariciaba sus sienes— ¡¿Y lo engatusaste?!
Sus palabras me lastimaron profundamente, pero no pude hacer más que quedarme callada.
—¿Que mierda estas buscando?
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Señor Barrientos (+18 ) ✔️
RomanceAshley Diaz nunca fue como las demás chicas. Con 18 años, un futuro brillante y una idea bien planteada sobre su futuro todo parecia ir sobre ruedas. Tenía muchos amigos y popularidad, tenía su mejor amiga Tamara Barrientos, sus papás y a Robert Bar...