❄️Capítulo 22❄️

309 57 160
                                    

• <❇≫───•◦ ❈◦•───≪❇> •

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

• <❇≫───•◦ ❈◦•───≪❇> •

Cuando llegó al árbol del pecado, Leonard no estaba allí. Así que sólo se derrumbó en la nieve, llorando fuerte, con un gran dolor en su pecho.

Los recuerdos de todos los momentos junto a Nathaniel la envolvieron, como si la imagen de su mente pudiera mantenerlo con vida un poco más de tiempo.

Su vista era borrosa, empapada por las lágrimas, mientras Nath sonreía en su mente.

Llámame... siempre que lo necesites. Quiero que me llames. Quiero ser la persona en la que piensas cuando tienes miedo, y cuando no tienes nadie con quien hablar. Tu primera o última opción. Llámame. Y allí estaré para ti.

Nathaniel, que siempre se había preocupado por ella y había corrido a su llamado cuando lo necesitó. ¿Qué debería hacer ahora con ese dolor? Cuando las personas se van para siempre y ni siquiera dices adiós.

Recordaba con lamento esa última noche cuando la acompañó a casa. Estaba tan abatida por sus padres que casi no alcanzó despedirse. Y luego sólo volvió a verlo en una camilla, con la esperanza de que despertara. Y nunca lo hizo.

Cuando Leonard llegó al árbol del pecado, Candy no se dio cuenta. Sólo seguía llorando, con la mente en el lugar favorito de Nathaniel.

Si alguna vez quieres ir a un lugar, y no sabes a dónde ir, puedes venir. Te presto mi lugar favorito, mientras consigues el tuyo.

¿Por qué ahora? ¿Por qué pensaba en él cuando era demasiado tarde?

¿Y por qué alguien había decidido arrebatarle la vida?

—Mira cómo te has puesto, niña tonta —susurró Leonard, agachándose frente a ella—. ¿Qué ha sucedido, uh? —Su voz denotaba preocupación y dolor. Le acarició la cara, limpiando las lágrimas, y luego la abrazó, recostándola en su pecho.

Y allí, en sus brazos, ella logró sentir un poco de alivio. Fue entonces cuando se reincorporó, tratando de respirar con la nariz obstruida.

—Nathaniel —lloró—. Nathaniel murió... —su llanto era eufórico, sentía rabia y tristeza a la vez—. El pobre Nath...

Leonard la miró, tensándose bajo ella. Parpadeó lento y miró a la distancia, con el ceño fruncido. Sus ojos echaban chispas. No parecía saber qué hacer. En un momento sólo suspiró, y le acarició el cabello antes de volver a acariciarle la cara.

—Lo lamento —susurró con la voz ronca, después de mucho tiempo.

Candy lo miró. Los ojos verdes lucían tristes y agobiados. Ella también le acarició la cara, mirándolo con los sentimientos quemándola por dentro.

—Tengo que ir al hospital —le dijo.

Leonard asintió y la ayudó a levantarse antes de caminar a la calle y tomar un taxi. No dijeron nada en el camino, sólo viajaron con las manos entrelazadas, hasta que llegaron, y él decidió esperar afuera. Ella entró y fue directo a buscar a la ex de Nathaniel.

Hermosa Pesadilla [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora