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Demonios, estos dos personajes se evitan demasiado.

Tres meses.

Tres malditos meses.

Los dos eran muy orgullosos como para comunicarse con el otro, incluso llegaron a bloquearse mutuamente y ambos agradecían el no encontrarse nuevamente por las calles de la ciudad, estaban muy tranquilos separados.

Un día eso cambió, por supuesto, de lo contrario esta historia no continúa.

La chica se encontraba en una cafetería, eran las siete cuarenta y ocho de la mañana y su cansancio era único, de seguido allí comería algún pan o pastelillo. Esperaba su orden con los ojos cerrados y una mano en su nuca, en completa paz y tranquilidad.

Hasta que sintió que alguien se sentó frente de ella.

Iba a quejarse mientras abría sus ojos, pero mejor decidió cerrar la boca, el peliblanco estaba allí, sus ojos azules miraban abajo y daba golpes al suelo con nerviosismo y tenía sus manos entre sus muslos, era un tipo de nervios que jamás en su vida había sentido.

— ¿Te persigue un violador o por qué tan nervioso? 

— Por favor, solo no me digas nada, el corazón está a punto de salirme por el culo

— Joder

—...Mierda...¿Qué coño significa tu apellido? 

Preguntó de la nada, haciendo a la pelirroja levantar una ceja

— Simplemente es griego, imbécil 

La joven mesera apareció con la orden de la chica, café con leche y un pan medialuna. La recién llegada miró al dúo por un rato con una pequeña sonrisa.

— Disculpad, ¿Sois pareja? 

— ¿A qué viene la pregunta? 

— Es que tenemos un pequeño especial para las parejas, de dos granizados al gusto, cuatro croissant más grandes y rellenos de queso y le añadimos pastelitos, si gustan 

"Mierda, eso si que es una gran oferta que ni de coña volverá a aparecer en mi miserable vida" Pensó la pelirroja, mirando de reojo a su acompañante, el mismo le devolvió la mirada, empezando a negar levemente con la cabeza.

— Si, si somos pareja 

Una hora después ambos salieron del establecimiento, con la chica contenta y el chico feliz a sus adentros pero con una cara de estar muriéndose.

— Esto no nos beneficia 

— Claro que lo hace, las cosas aquí son buenas y mofándonos de esto nos sale más barato 

— Mejor trágate tus palabras de mierda y ven aquí 

Tomó a la chica de una de sus pecosas mejillas y juntó sus labios, la pelirroja no puso resistencia alguna, incluso parecía disfrutarlo. La calle aún estaba deshabitada y el frío reinaba el lugar, pero se sentían cálidos ante la cercanía del otro.

Al separarse se vieron a los ojos por unos segundos, el más alto mantenía su semblante serio y la más pequeña mantenía su pequeña sonrisa. Simplemente dejó su vaso de malteada en su mano y le robó un beso corto.

— Hablamos después 

Fue lo único que dijo Hela antes de irse a un nervioso paso rápido, dejando a Cry de pie a la par de la esquina de la cafetería.

Strange E-Mails | xCryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora