Parte 4: ¿Eras tú la sombra?

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No sé porque, pero desde el primer momento en el que llegué aquí sentí que nada bueno iba a pasar. ¿Enserio soy tan ignorante de no darme cuenta del simple hecho de qué todo a mi alrededor me hace sentir presa del miedo y el tener ganas de huir?

Todavía me acuerdo de todo lo sucedido, todo lo que cambió mi vida, todo lo que me hizo cambiar de pareceres, todo, todo esto fue por ella, por esa sombra. ¿Porqué no me pude detener y tuve que seguirla? ¿Porqué no pude parar y cambiar el rumbo aún cuando sabía que podría hacerlo? ¿Por qué tuve que toparme con aquel hombre que me intimidaba y correr hacía el bosque, quedarme en esa cabaña abandonada y perseguir a el fuego fato?

Pero, la pregunta más importante que me planteo ahora mismo es, ¿por qué tengo tantas preguntas y ninguna respuesta?

Me volví a girar en dirección a aquella gran roca con marcas. Podía leerla, podía leer aquellas runas, aquellas marcas grabadas que querían darme un mensaje, tal vez de atención, o puede que de aviso. No sabía cómo o porqué las entendía. Me acerqué cuidadosamente a la piedra y pasé mi mano suavemente para sentir aquellas marcas. Después de eso, saqué un papel que tenía guardado dentro del bolsillo de mi chaqueta y un bolígrafo. Me puse a escribir lo que llegaba a leer. Había una parte de la piedra que no llegaba a leer porqué estaba demasiado desgastada, así que, decidí copiar aquella que leía a la perfección.

Cuando terminé de escribir todas aquellas letras, me di cuenta de que nada de la frase tenía sentido, solo parecían ser un conjunto de palabras en una frase que perfectamente podría haber escrito un niño de unos cuatro años. Se supone había entendido todo lo que decía la piedra, pero en el papel solo parecían garabatos. Después de todo, miré tristemente el papel y me levanté. Miré el cielo, no sabía que hora era pero parecía ser tarde. Estaba empezando a oscurecer y pronto llegaría la noche, ¿Dónde iba a dormir? No lo sé, supongo que esperaría a encontrar algún sitio que fuera cómodo o al menos agradable para quedarse a dormir.

¿Pensabais que nada podría salir peor verdad? Pues estáis totalmente equivocados. Se puso a llover y hubo una gran tormenta. Era tanto lo que llovía, que en vez de estar en un bosque pensaba que estaba en un lago rodeado por árboles.

De repente, me giré hacia un lado, me pareció ver algo moverse rápidamente de un lado a otro. No me asusté, pero si me pareció curioso, ¿Quién estaría a esas horas dando vueltas por un bosque casi inundado? Obviamente yo y aquella cosa. Me dirigí hacía la dirección que había tomado y fui para descubrir que era lo que estaba en el bosque a aquellas horas. Escuché algo detrás de mí, y me giré rápidamente para ver que había. Al girarme descubrí a aquella sombra del principio, y sé que sonará muy raro, pero al verla detalladamente y con cuidado, iba teniendo una forma compacta, no se veía como una sombra, sino como una joven. Intente mirarla a los ojos hasta que pareció abrirlos. Cuando la volví a mirar de nuevo me quedé impactada, no podía moverme, me había quedado petrificada por su rostro. ¡Era yo! Tenía mis ojos, mi misma nariz, ¡tenía hasta mi misma cicatriz en la frente! Llevaba mi misma ropa y todo en ella era igual a mí. Éramos como clones perfectamente diseñados. Ella hizo un movimiento repentino llevándose poco a poco la mano a su boca para indicarme que debía guardar silencio. Yo atónita por lo sucedido le hice caso, y ella se dio la vuelta y empezó a marcharse, ya no parecía ir levitando, sino más bien, andando. Intenté hablar pero recordé cuando me dijo por señas que debía mantenerme en silencio, entonces empecé a seguirla y cuando logré estar a su lado, le pregunté casi susurrando, ¿Quién eres? Está solo siguió su camino mientras yo me quedé parada.

Ella pareció haberse dado cuenta de que me quedé parada detrás suya, quería respuestas, y sabía como conseguirlas. Ella solo se giró hacía mí y me miró esperando a algo. Le volví a hacer la misma pregunta, ¿Quién eres? Ella solo se quedó mirándome fijamente. Refunfuñé por dentro pensando que me respondería, pero al ver que solo se quedaría ahí mirando, decidí alejarme de ella por primera vez. Pensé que me seguiría y decidí mirarla por última vez, pero, no estaba, no había nadie. Pensé que ya se había alejado de aquí así que decidí continuar andando y no ir a buscarla, pero al girarme ella estaba delante de mí. Me asusté un poco, no esperaba que ella estuviera ahí parada como si nada. Le pregunté que cómo era posible que ella estuviera ahí si hace unos segundos estaba detrás de mí. Como de normal, ella solo me miró sin responder. ¿Por qué no me responde? ¿Se podría comunicar conmigo? ¿Podría intentar hablar con ella? No lo sabía, pero iba a hacer todo lo posible para que pudiéramos hablar.

Me quedé mirándola por unos instantes, hasta que de repente, puso su mano en mi cara y pude ver algo. Era el primer momento en el que nos conocimos y nos vimos por primera vez. Después cuando aquel señor se acercó a mí y me intentó acorralar junto a sus brazos. Ella estaba detrás del señor y cuando yo grité ella le tocó el hombro, ese fue el momento en el que se desmayó y me di cuenta que estaba muerto. ¿Lo habría matado ella para protegerme? ¿Me quería ayudar? ¿Cómo lo hizo? Cuando estaba en el bosque alejándome de allí, ella me estaba siguiendo. Cuando encontré la cabaña, fue ella, me ayudó a llegar gracias a los ruidos que estaba haciendo, y por mi curiosidad y el decidir seguirlos, me encontré con la cabaña. Todo, absolutamente todo lo que me había pasado, había sido gracias a ella. Después de estas visiones, retiró el brazo de mi cara, y ladeó la cabeza hacía un lado. Yo solo la miré y le sonreí por ese momento, le hice una sonrisa de agradecimiento y ella sonrió. ¿Increíble verdad? Una chica que no hablaba me devolvió una preciosa sonrisa. Después de aquel momento, una ráfaga de viento paso a nuestro lado y me dieron unos cuantos escalofríos por la espalda. En esto, puse una cara la cuál indicaba que me estaba congelando. Ella me miró y me extendió su brazo en señal de que la siguiera, decidí tomar su mano, era completamente helada, mi piel se erizó por el frío que la suya me proporcionó. Pero no la solté, de hecho, no quería estar con nadie más que no fuera ella. Mi amiga la cuál era una completa copia de mí, ella era mi mejor amiga a partir de ahora, y siempre estaríamos juntas, para siempre.

Holaaaa, ya sé que no he subido nada durante muchísimoooo tiempo, pero estaba demasiado ocupada para estudiar, y no tenía tiempo para escribir, lo siento muchooooo, os quiero mis chikibabys ;)

Mi amiga la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora