Sangre sin Nombre

Hoy va a ser un buen día

Una gota de sangre resbalo entre sus dedos, contemplaba aquel rostro lloroso de mirada perdida, con cierta devoción, acerco sus labios a los del adolescente que se encontraba ante si: 

 -Ahora serás mío, para siempre. 

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La campana sonó anunciando el final de la clase, estaba perdido en sus recuerdos. Hacia tres días, en su instituto habían encontrado un rastro de sangre a lo largo del pasillo principal, a primera hora de la mañana habían llegado los alumnos y aun no habían terminado de limpiarlo.

Aquella imagen se quedo grabada en la memoria de muchos, los cuales comentaban que seguramente seria del chico desparecido. Los alumnos tuvieron muchas charlas de orientación después de aquello, era cierto que un compañero de los de primero había desparecido y aun no había ninguna pista que condujera a su paradero o por lo menos al de su cadáver, puesto que después de analizar la sangre constataron que correspondía al chico. 

Se decía de él, que era un chico tímido y reservado, y que rara vez interactuaba con alguien. Tenia apenas 12 años, y por todo la evidencia seguramente habría sido asesinado. Desde entonces todo en los pasillos son susurros y cuchicheos. 

Sali para el cambio de clase y mire hacia arriba, el instituto era un gran pasillo con una segunda planta que estaba dividida y conectada entre si, por puentes de aularios. Los alumnos de aquellas clases se asomaban desde allí con aire de superioridad, algunos tirando cosas a los que pasaban en los intercambios de clase y riéndose.

 No comprendía como volvía todo a la normalidad después de un asesinato...Tuve la sensación que me observaba alguien por la espalda y me gire para mirar pero no conseguí distinguir quien me miraba, en aquel instituto todos teníamos la mirada perdida y ojos cansados de agotamiento físico y mental debido a los exámenes.

 Alguien puso un brazo sobre mis hombros, sacándome de mis pensamientos: 

-¡Manu!¿A que viene esa cara tan larga? 

 Dani era uno de los primeros amigos que hice al llegar a la eso, media 1.75 para solo tener 15 años, parecía haber pegado el estirón antes de tiempo. No por nada, lo habían fichado en el club de baloncesto. 

 -Los exámenes de matemáticas me tienen frito.-conteste mientras miraba a mi alrededor.

 -Si, ya. Por eso prefiero el deporte. Venga vamos que llegaremos tarde a clase.

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·BONUS: Dirigió su mirada a aquel muchacho, un compañero suyo no paraba de hablar del pasillo sangriento y que aquello le perseguiría en sus pesadillas. Él solo lo ignoraba y asentía. Un chico se acerco al chico del pasillo y le cogió por los hombros.

 Había algo en aquel joven que le atraía pero no sabía el qué .Aquel hombre, sonrió de una manera macabra, escondido tras una taza de café. Aquel muchacho le había llamado la atención ¿Quizá era hora de una nueva presa?