Sangre sin Nombre

Creo que no

Lamio las ultimas lagrimas que resbalaron por sus mejillas. Aquel jovencito no había conseguido satisfacerle, se negó a ser amado y venerado. Aquel fue su agridulce castigo, su garganta había sido cortada y desde ella, fluyo una cascada de sangre que cayo sobre su pecho desnudo.

Sentado con las manos atadas a la espalda, no pudo evitar que aquel hombre le manoseara, le besara e incluso llegara a masturbarle. Cuando quiso pasar a mayores él le libero de la mordaza y ese fue su ultimo error, antes de llegar a gritar su garganta había sido cortada y las lagrimas resbalaban por sus mejillas. 

 El asesino corto sus ataduras y puso el cuerpo del joven bocabajo, aprovechando que el cuerpo aun seguía caliente se bajo los pantalones, aun sino estuviera vivo recibiría su profundo amor.

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 Hacía un calor sofocante, quien no estuviera a la sombra seria victima de un golpe de calor. Manu se dirigía hacia el observatorio del colegio a su alrededor había bastantes arboles que daban sombra y se estaba bien allí. Sus compañeros le esperaban y lo saludaban desde lejos.

Dani, su mejor amigo, Jesús, el chico introvertido que siempre andaba perdido en un libro, María, una chica con el pelo pintado de rojo y una alegría que hacia que cualquiera sonriera a su alrededor, y por ultimo Carmen, la chica de que estuvo enamorada de él hacia dos cursos, a la cual rechazo y se quedo aun así siendo una buena amiga. 

 Él llego agotado llevaba días estudiando por las noches, estar en 4 de la eso era de las peores experiencias de su vida, y aunque llevaba 4 años ya en ese instituto aun se perdía por los pasillos y escaleras.

-Manu, pareces un mapache ¿quieres un poco de red bull?- le ofreció María.

 -Si esta frio te lo agradecería mucho. -contesto el 

 -Claro que lo esta, me he colado entre los del bachiller y he salido a comprar algo fresco sino me iba a desmayar. 

Ella hizo un fingido desmayo siendo recogida por Dani. 

-Anda enana, déjate de tonterias lo mismo es que ha tenido pesadillas con Samuel. 

 Un escalofrió recorrió a los jóvenes por el espinazo, Samuel era el chico desparecido y todavía no había ni rastro de el. Carmen intervino para cambiar de tema:

 -¿Iréis al viaje de fin de curso que haremos en semana santa?

 -Puff, si escogen irnos a un sitio cutre paso. Los del año pasado fueron a Isla Mágica se quedaron un par de días visitando Sevilla y ya.-Contesto Jesús desganado.

-Este año se puede votar y esta la cosa entre irnos a Cazorla o Madrid.-dijo María

- Yo obviamente tengo mas que vista Cazorla me gustaría ir a Madrid 

 -Ya pero la mayoria votara por Cazorla, Madrid son tres dias pero Cazorla es una semana entera fuera de este pueblo.-Comento Dani

-Yo pienso que cuanto mas tiempo lejos de este pueblo y del colegio mejor. Además aun quedan un par de meses para decidir.-Dijo Manu apoyándose en la pared para dejarse resbalar hasta sentarse. 

 María, que no se le escapaba una, se sentó a su lado y le propino un abrazo, para luego cogerle la cara entre sus manos. 

-Manu, deberías descansar o te acabaras convirtiendo en un fantasma -dijo mientras le miraba a los ojos.

 La chica le tendió el Redbull y él se lo bebió de un trago, para luego devolverle una falsa sonrisa haciendo un gesto con la mano para quitarle importancia. ¿Realmente podía decirles que llevaba una semana con la sensación de que le observaban?

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Se paseaba por aquel patio, lleno de adolescentes y niños, vigilando que no hubiera peleas o fumaran dentro del recinto escolar.

El profesor se paseaba sin dirigirse a ningún lado en específico, aunque su visión no se alejaba del final del patio donde estaba el observatorio. Observó como una chica pelirroja abrazaba a su ángel, su máscara de serenidad se rompió y se marcho para no ver aquello.

Estaba lleno de ira y frustración, les daría algo para que tuvieran pesadillas durante un mes entero. Respiro hondo y bajo las escaleras caminando por el pasillo escondido que conducía hacia el aula de arte mientras sonreía de una forma que parecía agradable pero que ocultaba oscuras intenciones.

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A la salida del colegio se encontraron una escena insólita las puertas del colegio seguían cerradas y nadie podía salir de allí, veía a chicos encaramados en las vallas del colegio y se acerco a ver porque no saltaban. Cuando por fin llego a ver que observaban se le revolvió el estomago. Un cuerpo desnudo yacía tendido a los pies del olivo de la salida mirando en dirección a la ermita que había junto al instituto. 
El cuerpo yacía desnudo... con una cabeza de muñeco el cual parecía llorar sangre. Parpadeo varias veces porque no creía lo que veía, en las cuencas del muñeco había dos ojos reales y tenía el corazón cogido entre las palmas de las manos.