Nicolás Morelli es un chico lindo. Eso es lo que todo el que llega a conocerlo piensa de él. También es amable, y educado. Se rumorea por los pasillos. Escuche que trabaja en una asociación donde salvan animales de la calle. Una creada por su tío, p...
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Bienvenides sean todes a está nueva historia. 💜
¿Me extrañaron? 👀
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—Nicolás —dijo Ángel Morelli, el padre del mencionado, dándole una sonrisa cálida a su hijo mayor—, estaré bien.
Nicolás hizo una mueca, y cruzó los brazos en su pecho. Le dio a su padre una mirada directa a través de sus lentes de sol, y soltó un suspiro.
—Solo... —trago duro—, asegúrate de comer bien, ¿de acuerdo? No olvides dormir las horas necesarias para tu cuerpo, y por el amor que nos tienes, trata de no quedarte todo el día en tu habitación —le dio a su padre una mirada acusadora—. Estarás de viaje por primera vez en años, aprovecha para conocer gente nueva, y hacer amigos.
—¡Hey! —se quejó su padre—. Yo tengo amigos.
—Si, claro —Nicolás negó—. Los tíos, y los abuelos no cuentan. Haz amigos fuera de aquí.
Ángel soltó una risa, y negó un poco, antes de acercarse a su hijo, y darle un beso en la cabeza. Aprovecho para dejar las maletas de Nicolás a su lado, el chico tomó ambas, y soltó un suspiro. Nicolás odiaba despedirse de su padre, ya que tenía la teoría de que a veces esté no sabía cuidarse bien a sí mismo, y se preocupaba de más. Esta sería la primera vez que estarían tan lejos el uno del otro.
Dos meses era mucho tiempo para él.
—Tú y Brian son mis mejores amigos, así que tranquilízate —le pidió, mirando fijamente a su hijo—. Pero si tanto te preocupa, te mandaré fotos todos los días de la gente que conozca.
—Eso me gusta —Nicolás asintió—. Pero que sean reales, pá. Sabes que sé usar internet desde que nací, por lo que buscaré las fotos ahí, solo para asegurarme de que no las bajaste de alguna página.
—Diablos —dijo Ángel, negando—, está bien. Prometo intentarlo. Ahora, por favor, trata de no causarle problemas a tus tíos, y si pasa algo, ya sea contigo, o con tu hermano, no dudes en hablarme.
Nicolás asintió.
—Estoy seguro de que ni Brian, ni Nicolás nos darán problemas, Ángel —dijo Jean, uno de los tíos de Nick, con una sonrisa en la cara. La risa de Brian dentro de la casa se oía hasta la calle, dónde estaban despidiéndose, junto con la risa de Lucas, el otro tío de los chicos—. No es la primera vez que se quedan con nosotros, y sabes que tus hijos son casi unos ángeles.