『13』

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Había esperado tanto por este momento.

Después de una larga espera, volvería a mirar esos ojitos avellana que tanto lo tenían hechizado, no sabía cómo ni por qué, pero estaba tan feliz, tan contento de saber que podría estar junto a él nuevamente.

Los recuerdos que tenía con JungKook, no eran precisamente los mejores, no después de su matrimonio, pero luego de tanto tiempo en terapia, pensaba aprovechar cada segundo de la compañía que le esperaba aquella noche.

No mentía cuando dijo que quería ser alguien mejor para luego buscar al PeliRubio y pedirle una nueva oportunidad.

Sin duda alguna estaba tan enamorado que no soportaba estar lejos de él, no había momento en el que su lindo rostro pasara por su mente y entristecerse por haberle hecho tanto daño.

Hablaba con Taehyung unas cuantas veces para saber su estado pero la respuesta siempre era la misma "Sigue sin abandonar su cuarto".

Y aún, después de tanto tiempo, la culpabilidad seguía ahí. Todos los días se lamentaba y maldecía a sí mismo, sentía ser el causante de que JungKook no quisiera ver más allá de una simple ventana. Sin saber que esa no era la única razón por la que todo el entorno del PeliRubio era diferente.

Una mueca de disgusto se formó en su rostro pero la borró al instante mirándose una última vez en el espejo, acomodando el cuello de su camisa y sonriéndole a su reflejo.

──Bien, estoy listo Kookie, espero lo estés también.

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Las calles eran oscuras, la lluvia caía con suavidad y ahí se encontraba el Rubio caminando solitario, mirando hacia todas direcciones a cada segundo, porque a pesar de haber tomado terapia a domicilio, aún tenía cierto miedo.

Por fin, después de doce meses, se había decidido a salir de su hogar sin compañía alguna, prometió a Taehyung que volvería pronto y éste no muy convencido, le dio aquella libertad.

Sus pasos eran ciertamente rápidos, quería llegar a su destino lo más pronto que pudiese, pero no estaba del todo cerca y no pensaba arriesgarse a tomar un autobús que a altas horas de la noche, estaban casi vacíos.

Las calles por lo menos, eran un poco más seguras, con gente inocente pasando a su lado, comenzando a caminar con más velocidad para evitar por completo aquel callejón oscuro donde fue abusado hace mucho.

Taehyung siempre le informaba acerca de su ex esposo. Hace pocos días le había hecho saber que JiMin preguntó por él, sin duda era alguien diferente. Era calmado, sonreía todo el tiempo, incluso, sus calificaciones eran lo suficientemente excelentes para haberlo colocado en el cuadro de honor.

JungKook se sentía feliz, porque a pesar de todo y aunque no estuvieron juntos, el PeliNegro decidió aceptar ayuda y ser alguien mejor.

En base a eso, tomó una decisión, estaba completamente seguro de ir a buscarlo. Él también ya estaba ciertamente mejor, tenía por total superado su pasado y su relación tóxica.

No pensaba entablar una relación al momento, quería volver a encontrarse a JiMin y hablar seriamente como los adultos que eran. Necesitaba saber cómo era su personalidad ahora, necesitaba conocerlo nuevamente.

Había quedado de verse con su ex esposo justo a las 9 de la noche. Su rostro sonriente era lo último que quería ver en la noche antes de irse a dormir.
Se detuvo abruptamente al ver del otro lado de la avenida, aquel establecimiento donde debía entrar en un momento.

Los grandes ventanales de vidrio le permitieron ver esa peculiar cabellera PeliNegro moviéndose de un lado a otro.

Inconscientemente, una sonrisa se formó en su rostro. Los fuertes escalofríos, aquellos que se hacían presentes cuando lo miraba amenazante, azotaron su cuerpo con violencia. Sabía que no tenía porque reaccionar de esa forma pero le era inevitable.

Su cuerpo se tensó aún más cuando JiMin dirigió su mirada hacia fuera de la cafetería, JungKook se escondió veloz detrás de un automóvil estacionado.

Quería huir en esos instantes pero trató de autoconvencerse que no tenía porque hacerlo. Su ex esposo, incluso a lo lejos, se miraba tan guapo, tan decente y paciente. Tomó una fuerte bocanada de aire y se dispuso a cruzar.

La mirada de JiMin regresó hacia la avenida y los ojos del PeliRubio se iluminaron con fuerza cuando volvieron a encontrarse con los del PeliNegro después de tanto.

Estaba tan hipnotizado que ni siquiera pudo notar el destello de luz que lo atravesó en cuestión de segundos, golpeando su cuerpo para enviarlo con suma violencia al suelo, a unos metros lejos de su destino.

Sintió su cabeza azotar en el pavimento y la sangre correr con rapidez a su costado mientras trataba de mantener el conocimiento. Su respiración se volvió pesada y le era demasiado difícil no cerrar sus ojos.

──¡No! JungKook, no te duermas, mi amor... No me hagas esto, Kookie, por favor, aguanta un poco más, ya vienen por ti...──murmuró el PeliNegro con los ojos vidriosos y la voz temblorosa, sosteniendo la mano del PeliRubio, frustrándose ante la impotencia de no poder hacer nada.

──Te extrañé...

──Cállate ¿sí? No hables, no te esfuerces, te quiero aquí conmigo Kookie, por favor...

──S-siento haberte dejado...──escupió la sangre que comenzaba a acumularse en su boca──No debí... Yo sólo... Debes saber que...

──¡Que no! Basta...──pidió apretando fuerte sus ojos, dejando las lágrimas correr por sus mejillas──
N-nunca dejé de a-amarte Minie... Mi Minie, te amo y lo... lo haré aún desde donde me encuentre... Jamás lo olvides, te amo...

──¡No! ¡Maldición JungKook, que no te duermas! Despierta... ──gritó cuando el PeliRubio cerró sus ojos y aflojó el agarre de sus manos entrelazadas──JungKook, por favor vuelve... No te vayas Kook, no me dejes sólo aquí... No cuando íbamos a darnos una segunda oportunidad... ¡Regresa maldita sea! Yo también te amo... Prometo ser mejor, sólo vuelve...──musitó rozando sus labios, besándolos apaciblemente por última vez antes de dejarlo ir para siempre.

Soltó un grito desgarrador abrazando fuerte el cuerpo ya sin vida de su ex esposo dejando sus lágrimas caer sin cesar. Su mundo se había derrumbado en segundos, le habían arrebatado lo que más quería en la vida. Su motor para seguir adelante se había apagado para no regresar jamás.

Quería morirse, sentía que todo ya no tenía ningún sentido si no estaba él. Había hecho todo para regresar a su lado y simplemente, todo acabó.
No era la manera en la que debía, o más bien, en la que no quería terminar, pero el destino no decide en base a nosotros.

Todo lo sucedido, siempre pasa por una razón y JiMin sólo no sabía el por qué.

Cada día, desde aquella tragedia, se encerraba en su habitación, sin comer, sin querer ver a nadie.

Lloraba por horas sin detenerse, gritando al cielo exigiendo respuestas. JungKook era la persona que deseaba tener a su lado, y cuando lo obtuvo, sólo se encargó de desperdiciar cada momento.

Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes .

Y lo entendió, pero sencillamente, ya era demasiado tarde.

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Sólo nos queda el final

So Sick『PJM & JJK』┇ AdapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora