| 4 | De probadores y compras.

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Harry salió de la universidad. Michael había ido a clase, pero se fue muy rápido a su casa, justificando que quería descansar porque aún no se encontraba del todo bien. Sin embargo, Harry sabía que eso no era verdad. Lo que pasaba era que había quedado con Niall para jugar online al videojuego ese de zombies o algo así. Pensando en eso, Harry puso los ojos en blanco. ¿Cómo alguien puede pasárselo bien jugando a matar bichos raros y mutantes? No podía entenderlo.

Estaba esperando el bus que llevaba a su casa en la parada, cuando vio una llamada entrante de Lauren.

-¿Sí?

-Harry, te necesito. Estoy en el Forever 21 de la calle Sylvester. Ven.

Y sin decir nada más, colgó. El chico se quedó mirando el móvil, parpadeando. ¿Acababa de pasar lo que pensaba que acababa de pasar? Su mejor amiga le obligaba a ir a una tienda de ropa para que le aconsejara qué comprarse para la cena de esa noche, a la que casualmente iba a ir Ashton. Genial. Suspiró, pero como hacía mucho que no iba de compras (y debía reconocer que se lo pasaba bien) giró sobre sí mismo y fue hacia la boca de metro dos calles más abajo.

Una vez allí, tardo un total de 12 minutos en llegar al Forever 21. El metro iba muy rápido y te dejaba prácticamente en la puerta de la tienda. Entró, e iba a llamar a Lauren para preguntarle dónde estaba cuando la vio con cinco prendas de ropa en sus manos, dirigiéndose hacia los probadores. La alcanzó rápidamente y la saludó:

-Hey. ¿Qué pasa?-preguntó, aunque ya sabía la respuesta.

-Pues pasa que esta noche tenemos una cena y ¡yo no tengo nada que ponerme!-exclamó la rubia.

-Será eso...-Harry puso los ojos en blanco.-En absoluto tiene que ver con determinado chico llamado Ashton.

-¡Por favor!-Lauren se hizo la indignada-Yo no me visto para ningún chico, sólo me visto para MÍ misma.-dijo remarcando la palabra "mí".-Lo cual no quiere decir, que quiera arreglarme más esta noche... Para tener más confianza en mí misma y abordar la situación con más... Naturalidad.-añadió, sonriendo de lado.

Harry soltó una carcajada y la ayudó cogiendo unas cuantas prendas, dándole su opinión. Al final, Lauren entró al probador para ver cómo le quedaban dos vestidos y un top. Harry fue a dejar la ropa restante que la chica no iba a probarse en su sitio y, de paso, miró la ropa en la sección de hombres. Nada le llamó demasiado la atención, excepto una camisa de cuadros verdes, azules y rojos muy de su estilo. La cogió, mirándola más detalladamente y, tras comprobar que era su talla, se dirigió a los probadores con la camisa en las manos.

-¿Qué tal?-dijo Lauren saliendo de su cabina, con un vestido amarillo neón estilo plepum.

Harry negó con la cabeza y la chica asintió, de acuerdo.

-Cierto, el plepum no es lo mío... Pero esa camisa definitivamente es lo tuyo.-se acercó al chico y examinó la prenda.-¡Ve a probartela ya!-ordenó empujando a Harry al probador contiguo al suyo.

-¡Vale, vale! Voy.-rió y entró en la cabina. Se puso la camisa rápidamente y se miró al espejo. No le quedaba nada mal... Hacía mucho que no se compraba camisas de cuadros. Al menos, no de esas de cerrar todos los botones. Últimamente solía llevar prendas más sueltas, con el pecho medio al aire. Y, honestamente, echaba de menos las camisas como la que llevaba en ese momento: ceñidas y cerradas.

Lauren dio un golpecito en la puerta de la cabina de su amigo, y éste salió de ella.

-Wow, te queda genial. Llévatela. Te lo ordeno.-dijo con tono exigente

-Bueno, pero sólo si tú te llevas ese vestido.-Lauren sonrió y miró al suelo.

-Hecho.

-Estás preciosa. Verás Ashton...-dijo Harry entre risas y su amiga puso los ojos en blanco, pero no pudo evitar sonreír.

Ambos entraron a sus respectivos probadores, y se dispusieron a cambiarse. Pero el chico, antes de volver a ponerse su ropa, cogió su móvil, abrió la aplicación de snapchat y se hizo una foto en el espejo. Escribió: "¿qué tal me queda?" y estuvo a punto de mandársela a Louis, pero se sintió tan patético, que no lo hizo. Sin embargo, quería tener una excusa para hablar con él y ésta era perfecta. Se mordió el labio inferior y se miró en el espejo, debatiendose internamente entre sí mandar el snap o no.

Al final, en un impulso, le dio a enviar y bloqueó el móvil nerviosamente, como si eso fuese a cambiar el hecho de que había mandado la foto. Salió del probador ya con su ropa y se dirigió hacia las cajas registradoras, donde estaba Lauren, para pagar la camisa.

Pasó la tarde mirando su teléfono cada dos por tres, pero nada. Ni una notificación. O bueno, lo más importante, ni una notificación de Louis.

A/N: Hola, amores. Sé que han pasado siglos desde la última vez que actualicé y lo siento. Aquí tenéis un capítulo medianamente largo para compensaros. Espero que os guste :3. La foto es de muy mala calidad pero es la única que he encontrado medianamente aceptable ://. ¡Gracias por leer, votar y comentar! xX :)

Snapchat. //larry//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora