II

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¿Tormenta, o solo una brisa?

Emma.

Digamos que toda mi vida tenía que girar en torno a todo lo que mi hermana hiciera, si ella hacia algo que a mis padres le agradara, yo tenía que hacer lo mismo, pero si se portaba mal o se equivocaba en algo, yo tenía que estar consciente que ella estaba mal y yo no podía cometer su falta. Así es que, claramente mis padres esperaban que yo fuera perfecta, la cosa es que se llevaron tremenda decepción cuando se dieron cuenta que no podía serlo, que no quería seguir su buen ejemplo y que me gustaba equivocarme mas de lo normal, incluso en cosas que Elena hacia bien, sinceramente, lo hacía apropósito, no quería ser la niña perfecta que mis padres esperaban, para eso ya estaba mi hermana y el solo verla ya me causaba dolor de cabeza, el ser como ella me mataría, pero, todo cambio cuando mi hermana por primera vez comenzó responder a mi padre, a negarse a sus peticiones, que, aunque al final ella terminaba perdiendo, por primera vez note cierta chispa que le faltó casi toda su vida. A consecuencia de eso, cuando cumplió la mayoría de edad mis padres la enviaron a una escuela especial para señoritas con comportamiento rebelde, y allí estuvo durante un año entero, año en que recibí la amenaza de tener el mismo destino si no me portaba diferente, sin embargo, cada que recibía esa amenaza desaparecía de casa por un par de días, una vez incluso una mujer de aquella escuela estaba esperándome fuera de casa, regresé cuando se fue, y después de eso no volví a desaparecer.

Parick en cambio, podía hacer lo que quisiera, sin consecuencia alguna, pero, a pesar de eso, el siempre fue el mejor portado de los tres, jamás le vi romper nada a propósito o algo así, la verdad es que lo envidio y también creo que es un idiota por no aprovechar la oportunidad. Y a pesar de eso, es quien mas se preocupa por nosotras y quien jamás estuvo de acuerdo con la escuela de modales.

Cuando Elena regreso, Patrick fue quien se encargo que ella asistiera a la universidad, y de convencer a nuestros padres de aceptar, después de eso, digamos que todo cambio, mis padres estuvieron mas tranquilos, y a menudo se escribían cartas con Elena, en especial Patrick

- Si ella no se casa tu no estudias. ¿Qué de eso no entiendes?

- No, lo que no entiendo es como son capaces de vender a su propia hija a cambio de no perder su anhelada posición social.

Escuchar los gritos de mi padre y mi hermana mayor solo recuerda a tiempos pasados, aunque, para ser sincera, jamás escuche que se hablaran de esa forma, jamás en volumen había aumentado tanto, normalmente siempre mi hermana terminaba en silencio después de dos minutos de discusión con mi padre, pero esto al menos lleva unos diez, mi hermana siempre había respetado las decisiones de nuestro padre, aun cuando no estuviera de acuerdo, después de todo ¿Qué otra cosa podía hacer?

- ¿Cuál era exactamente tu propósito al traerla aquí Emma? – Patrick pregunta viéndome desafiantemente.

- Definitivamente no este, es solo que creí que de alguna forma le haría que nuestro padre cambiara de opinión.

- Si yo en todo este tiempo no he logrado que cambie de opinión mucho menos ella, que jamás ha ganado una discusión con él.

- Creí que por ir a la universidad padre ya...

- El que vaya a la universidad no quiere decir que deja de ser mujer hermana.

- ¿Qué quieres decir con eso? – pregunto con hostilidad – ¿Es que acaso el que sea mujer es un problema?

Patrick se queda callado un par de segundos, aprieta lis labios y los ojos con frustración clara en su rostro.

- ¿Hermano? – pregunto ante su silencio – ¿Es que acaso crees eso?

- No quise decir eso- responde después de unos segundo - hermana, sabes que para nuestro padre su opinión no vale y que...

- No por eso tú también – interrumpo- te tiene que poner así, se supone que deberías apoyarnos...

- ¡Y es o que he hecho! - me interrumpe esta vez el – Es lo que eh estado haciendo todo este tiempo, he intentado hablar con él, de persuadirlo, y no le he logrado, ¿Entiendes?, todo este maldito tiempo en el que estuviste ausente e buscado miles de formas por arreglar la situación de la empresa, y que te tengas que casar, pero no, no hay forma sin ese dinero. Lo siento.

El pensar en que mi hermano lo haya intentado no me es imposible.

- Pero hermana, traer a Elena aquí, solo hiciste el problema más grande, tu maldito impulso, tu estupidez, solo hizo el problema más grande.

Y decir que eso no me dolió, seria una gran mentira, sentir el ardor en mi pecho y la impotencia de no poder contradecirlo, me quemaba por dentro, y seria las lágrimas en mis ojos, no las quería dejar escapar.

- Ya fue suficiente – nana entra en la habitación con una cara de molestia evidente – ella buscaba ayuda, ayuda que creía que tu no le brindarías Patrick.

- Lo he estado intentando – se defiende.

- Si, lo sé, lo he visto, pero en el momento en el que tu padre le dio la noticia a Emma lo único que hiciste fue quedarte callado, verla con lastima y ya, no dijiste nada, ni a ella ni a él, ¿Cómo esperabas que ella supiera que la apoyarías?

Patrick no hace mas que quedarse callado, sabe que nana tiene razón, y yo también.

- Y tu Emma, ya no eres una niña, debiste ser madura y enfrentar la situación, lo único que hiciste fue correr a buscar a Elena, quien ahora en lugar de ambos esta discutiendo con su padre, ella no tenía nada que ver aquí, de ser así le hubieran llamado a ella en primer lugar, ella no debió de haberse enterado, pero aquí esta, haciendo lo que ninguno de ustedes supo hacer, así que por favor, si no van a hacer nada mas que discutir entre ustedes, será mejor que se callen, ya tengo suficiente con os gritos de su padre.

Lo único que puedo hacer es quedarme callada al igual que mi hermano, nana sale de la habitación tranquilamente rumbo a la sala y no es sino unos segundos después que me doy cuenta que ya no hay nada de ruido, la casa está en silencio total, volteo a ver a mi hermano que se encuentra igual de perplejo que yo y luego ambos vemos en dirección al despacho de nuestro padre, donde atea había tantos gritos como aquí.

Segundos después mi madre sale llorando del lugar y tras ella mi padre.

Veo a Patrick quien se encuentra mudo al igual que yo, volteo hacia la puerta esperando a Elena quien no sale, mi hermano comienza caminar hacia la oficina, mientras yo voy detrás. Ya en esta Elena se encuentra sentada en silencio y viendo hacia una pared.

- ¿Hermana? – Patrick se acerca con tanta cautela que me desespera – ¿Qué paso?

De Elena lo único que salen son sollozos que no miento cuando digo que solo me desesperan más, lentamente me siento en la silla que se encuentra a su lado y la veo derramar lágrimas, cosa que a pesar de ya saber que ella estaba llorando me rompe el corazón verla, es mi culpa es en todo lo que puedo pensar.

- No te casaras Emma – dice Elena al mismo tiempo que ser pone de pie – así que ya no tienes que preocuparte por tu libertad- termina de hablar y sale de la habitación en silencio.

Elena RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora