𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚜𝚎𝚒𝚜

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*advertencia*: a partir de este capítulo se tratarán temas fuertes como los desordenes alimenticios y ansiedad, escribo esto sin el afán de hacer sentir mal o incomodarles asíq si te llegas a sentir así prefiero que dejes de leer por tu propio bien <3 recuerda que eres muy fuerte y puedes contar conmigo💗

Octavia

Por la puerta de la clínica vi a mi papá, venía corriendo con las llaves del auto en la mano.

— No pillaba estacionamiento.— dijo agitado — ¿Como te fue?

¿Como se lo iba a decir de nuevo? No va a soportarlo, se cansará ambos se cansaran.

Solo atiné a abrazarlo y esconder mi cara en su pecho.

Volví a recaer, seis kilos, seis malditos kilos.

— Perdón, papá — dije entre lágrimas.

Me abrazo con fuerza y comenzó a besar mi frente.

— No te disculpes, monita. No es tu culpa.

Si es mi culpa. Volví a ser un problema, una carga.

Ya no sabía como pararlo, estaba siendo más fuerte que yo y no me daba cuenta.

Me estuvo abrazando por unos minutos hasta que mi llanto seso.

— ¿Tengo que entrar, cierto? — pregunto.

Asentí sin mucho ánimo.

Mi papá me dió una media sonrisa, respiro profundo y camino con inseguridad a la puerta de la doctora. Se quedo un segundo parado frente a ella, podía sentir su nerviosismo.

Ambos entramos con la doctora nuevamente. Ella le explicaba a mi papá todo lo que tenía que hacer mientras yo tenía la miraba fija en el piso.

Me daba vergüenza mirarlos a los ojos. Ambos confiaban en mi y yo volví a caer.

No se como paso, solo un día mi cuerpo volvió a ser el de antes, el que devolvía todo lo que pasaba por su boca y me hacia tener remordimiento por todo.

Yo no quería sentirme así, pero es mucho más grande que yo. Se me salió de la manos una vez más.

Sabía que estaba volviendo a lo mismo, pero me daba miedo pedir ayuda, se que la necesito pero no sabía cómo pedirla.

— ¿Quieres ir a algún lado? — me pregunto mi papá al salir de la consulta — Podemos ir a la laguna a darle pancito a los patos.

— Preferiría ir a la casa — pedí.

— Como quiera mi niña.

Le sonreí a medias.

Era un problema para ellos, lo se desde hace tiempo. Esa mirada de tristeza la tengo grabada en mi mente y no encuentro manera de cambiarla.

La gente a mi alrededor solo me mira como bicho raro, juzgándome por según ellos "tenerle miedo a la comida". Es mucho más que eso, es el saber que si como demás puedo llegar a verme fea y nadie me querría. Quedaría sola.

Más de lo que estoy ahora.

Me dedico a mirar las calles para distraerme un poco. Todos se ven felices, queridos.

Niego otra vez y trato de concentrarme en algo nuevo, la musica. Taylor Swift. Mi papá desde que tengo memoria me ha hecho distintas playlist con mis canciones favoritas de ella para que según el me sienta mejor. La mayor parte del tiempo esa estrategia funciona, verlo tratar de cantar las canciones me alegra los días.

¿Por qué no podi' quererme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora