› 𝗺𝗲𝗿𝗰𝘆 ꒷˖ 𝗸𝘂𝗻.

𝟯𝟳. 冬 ،، chapter thirty-seven.

CAPÍTULO 37.
─────── ( . . . ) ───────

Abandonó la empresa alrededor de las ocho, después de una reunión de unas dos horas en las que estuvo metido pidiendo permiso para poder ayudar a Stray Kids en Kingdom, en una de las rondas en las que podían llevar a quien deseara. Había ido con el fiel pensamiento de que iba a recibir un 'no' como respuesta, uno de inmediato. Su sorpresa fue enorme en el momento en que, luego de una charla de largos minutos —por no decir horas— le dieron un 'si' definitivo, causando que casi chillara ahí mismo delante de los representantes.

Lo primero que hizo fue enviarle un mensaje de voz a sus amigos, en el grupo de chat que tenían desde hace tiempo. La primera respuesta recibida fue por parte de Minho, que era mas bien un audio dedicado a sus chillidos, luego lo siguió Chan y juró que también escuchó unas palabras por parte de Jeongin atrás de todo. Bueno, no era el único sorprendido de la respuesta de la empresa e incluso teniendo en cuenta sus CEO's tan peculiares.

Detuvo su caminar cuando estuvo dentro de su cuarto, a sabiendas de lo que seguía en ese momento. Ming desde pequeño fue alguien que realmente enfrentaba todas las consecuencias de sus actos y es que era lo poco que le agradecía a su padre por haberle enseñado en los años que estuvo con él. A enfrentar sus errores, o las consecuencias de sus actos o palabras y si, en ese momento se sentía como que estaba haciendo todo eso. Pero, ¿Por qué estaba tan nervioso? Sentía que el corazón se le estaba por salir por la boca, ni hablar de la manera en que sus manos sudaban poco a poco.

—Hey, Gi —Se giró por completo cuando la voz de Kun llegó a sus oídos, viendo que este traía al cuarto y en sus manos dos bandejas con comida—. Escuché que llegaste y no se si cenaste fuera, ¿Quieres comer?

Bueno, los nervios le daban hambre siendo sincero—. Si, si, gracias —Sonrió levemente antes de tomar entre sus manos dicha bandeja pequeña con la comida ordenada antes por Ten. Kun se sentó en su cama y Ming realmente dudó en si sentarse en frente de este, mas luego de un pequeño debate mental, dio pequeños pasos hasta tomar asiento en la cama del líder—. ¿Y... qué hiciste hoy, Kun-ge?

¿Por qué le hablaba como si tuviese miedo de la respuesta o de decirle algo equivocado? Hacía días que los dos ni siquiera se sentaban a hablar de esa forma preguntándose sobre sus días, y es que todo se había vuelto algo extraño luego de los momentos algo... comprometedores juntos, eso no era sorpresa para ninguno de ellos porque la tensión se podía sentir, esa extraña sensación recorriéndolos y causando que se sintieran raros estando solos, cosa irónica ya que compartían cuarto y era inevitable que no lo estuvieran al menos una vez al día.

— ¿Hoy? Uhm... —La manera en la que Ming se quedaba mirándolo en espera de una respuesta era extraña, mas que nada porque prácticamente causaba que olvidara todo—. Te-Terminé de escribir la canción, esa que hace un tiempo te dije y en la que me ayudaste.

Y en ese momento Ming pareció haberse olvidado de todo con lo que llegó antes al cuarto—. ¡Quiero escucharla!

Kun se debatió mentalmente en si eso era algo bueno, o malo—. Yo... bueno, puedo cantarla si quieres... tengo la pista en mi laptop.

Recordaba como hace unos pocos meses atrás Kun le mencionó que estaba trabajando en una canción, pero que el escribir la letra le estaba costando mas de lo que creyó, y el hecho de que escuchar que ya la había acabado realmente lo ponía contento, dejando todo lo de ellos dos de lado. La curiosidad y emoción crecieron dentro suyo causando que se olvidara de los nervios previos de estar cerca del líder, o los que aparecían al recordar sucesos entre ellos dos. Pero era Kun quien ahora se notaba nervioso, hasta al mismo Ming le sorprendió ya que solo era una canción, ¿No? No tenía por qué causarle nervios cantarla delante de el cuando cantaron juntos miles de veces antes.