Oswald jamás se sintió tan seguro de que moriría como ahora.
Morir de aburrimiento, eso es.
Después de su pelea con su hermano que los llevo a no hablarse por dos meses, Mickey decidió llevarlo con él a las reuniones directivas para hacerle compañía. Además, tal vez si vieran su cara más seguido los directivos accederían a darle un verdadero trabajo en la pantalla. Oswald lo dudaba; pero estaba aprendiendo a no dejar que los malos pensamientos lo consumieran tanto.
La primera vez fue interesante, también divertido ver a los estirados humanos de traje intentar negarse de distintas formas con caras incómodas e inconformes. Luego de su reconciliación y otra profunda conversación, Mickey estaba empezando a darse cuenta que tenía más poder en este lugar del que el mismo creía. Entonces, Oswald se quedó e incluso tuvo su propia silla junto a Mickey a la cabeza de la mesa.
Pero casi un mes después...
Las miradas venenosas pasivo-agresivas y frías como el polo sur de los directivos no cambiaron, Oswald dudaba que fueran capaces de hacer otro tipo de expresión.
Aunque Oswald no hacia otra cosa que observar, escuchar y de vez en vez dar su opinión a Mickey en susurros de cotilleo, siempre salía de esas reuniones con el cuerpo y el cerebro entumecidos. Mickey por otro lado, siempre lograba mantener su espíritu brillante y su entusiasmo hasta el final y el resto del día. Oswald tuvo que admitirlo, era impresionante, lo hacia sentir orgulloso de su hermanito.
Lo que no hacia menos aburrida estas reuniones.
De hecho, existía cierto problema con el aburrimiento y Oswald. No iban juntos de ninguna forma. Según testimonios de Ortensia, Oswald tenía la mala constumbre de que cuando se aburria mucho, el hacía “cosas de conejos”.
La cosa es, no importa si eres un Toon o un antropomorfo, aveces solo no vas a poder ir contra la naturaleza.
Así que, cuando Oswald -quien estaba con la barbilla en la mesa cuando se cansó de intentar ser profesional y serio- vio el antebrazo de su hermano sobre la mesa a su alcance, el pensamiento no tuvo tiempo de formarse antes de que solo abriera la boca y hundiera los dientes.
...
Mickey estaba contando los segundos para que esta tediosa reunión terminará y pudieran ir al almuerzo programado con sus amigos e incluso Ortensia, quien había contratado a Max para cuidar a los más de 400 gazapitos.
Prestaba atención a medias, mientras su cola se mecía con aburrimiento.
Entonces, soltó un chillido de dolor y sorpresa que solo el como ratón podía hacer cuando sintió un mordisco en su brazo que lo hizo también abrir los ojos como platos y a su cola ponerse rígida.
Los directivos se sobresaltaron por el ruido y voltearon hacia el ratón. —¿algún problema? —preguntó uno de ellos.
—¡oh! No no, ahá, yo solo, eh, deje caer mi lápiz, lo siento, continúen. —contestó Mickey apresuradamente entre dientes con una sonrisa torcida y forzada.
Cuando los humanos siguieron su conversación y Mickey estuvo seguro de que ya no le prestaban atención, borró la sonrisa, bajando el portafolio que uso para cubrir a Oswald y su brazo que aún no soltaba.
—¿Ozzie? —murmuró. —¿qué te ocurre?
La única respuesta que obtuvo fue que su hermano abriera rápidamente la boca para morderlo de nuevo, en el mismo lugar. Por lo menos, esta vez solo hizo una mueca de dolor con un ojo cerrado y se encogió de hombros mientras su cola se quebraba en un zig-zag irregular.

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Cosas de Conejos.
FanfictionMomentos especiales, cursis y un poco divertidos entre los hermanos Oswald y Mickey como un regalo a una increible persona que me inspiro a escribir esto. La portada es uno de sus dibujos. Instagram: lyse_474