01: Ronroneo.

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Esto vino luego de leer y casi llorar con la historia corta de Mickey y Oswald mas linda.

Y como no tengo control, quise hacerle un regalo a esa autora.

Link de la historia: https://archiveofourown.org/works/17636567/chapters/41586533

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Decir que Mickey estaba emocionado era poco. El ratón parecía que se pondría a saltar en cualquier momento entre chillidos felices que solo el podía hacer ver tiernos. Pero saltar era una cosa de su hermano, así que...

—¡Vamos Mick! Será viernes antes de que veamos la primera. —se quejó Oswald cruzado de brazos y piernas desde el sillón, antes de reprimir un bostezo. 

Luego de dos meses de no hablarse, retomarían por fin sus jueves de película viejas. Donde se sentaban en el sillón de Mickey y veían los clásicos de Disney y aveces de otros estudios, todo lo que fuera del 2006 hacia abajo, incluso veían algunos que no eran animados.

Por eso, Oswald también estaba contento, solo que no lo demostraba tanto como su hermano. Soltó otro pequeño bostezo antes de Mickey por fin volviera de la cocina con un tazón de palomitas en sus manos.

—¿no es un poco mucho? —preguntó Oswald con sarcasmo, arqueando una ceja hacia la mesita de centro llena de diferentes tazones con tantas golosinas que harían a sus hijos estar despiertos por días.

Mickey sonrió con la barbilla en alto mientras se sentaba a su lado con las palomitas en su regazo. —nop.

Oswald sonrió con diversión. —¿y crees poder comerte todo?

—bueno, estoy contando con tu ayuda ¿no? —devolvió Mickey.

Oswald se rió; pero no dijo nada en contra mientras su hermano tomaba el control remoto con la cola, acercándolo a sus manos para poder encender la televisión. Dando comienzo a la noche de películas.

...

Mickey no se equivocó, de hecho, Oswald terminó devorando gran parte de todas las golosinas. Varias veces, Mickey no pudo evitar reírse de cómo su hermano comía. En una ocasión, se metio dos o tres bastones de regaliz a la boca, los cuales lentamente se encogían mientras las mejillas y nariz de Oswald se movían.

Era adorable. Más de una vez Mickey lo molesto con eso y lo seguiría haciendo.

Iban casi terminando la segunda película, Mickey estaba concentrado en el partido de Space Jam (el original) y riéndose en voz baja por las ocurrecias de los toons “rivales”, hasta que siente una presión repentina en su hombro.

Se sobresalta un poco, al voltear con cuidado, encuentra a su hermano mayor dormido, con las orejas caídas y su cabeza apoyada en su hombro mientras suelta sutiles suspiros silenciosos.

Mickey parpadea una vez, dos veces antes de sonreír y reprimir una risita que podría despertar a su hermano. 

Sin más, voltea con cuidado hacia el otro lado del sillón donde está la mesita y el teléfono. Con su cola alcanza el altavoz y lo levanta para acercarlo a su mano, una vez que lo tiene, lo acerca a su oreja mientras usa su cola otra vez para marcar a Ortensia.

Podrían preguntarse, ¿por qué Mickey tiene un teléfono de cable en pleno 2020? Pues, por dos razones simples: la primera, Ortensia no se llevaba tan bien con la tecnología como su marido; La segunda, Mickey era un Toon amante de lo clásico.

El teléfono sonó tres veces, tiempo en que Mickey bajó el volumen de la televisión.

—»¿diga? «—se escucha la voz somnolienta de Ortensia, lo que hace a Mickey preguntarse qué hora era y si no la había despertado. —»¿Mickey?

—oh, Ortensia. Lo siento, ¿te desperté? —pregunta Mickey, cuidando de no alzar mucho la voz.

—»oh no, estaba leyendo un poco y me dormi sin darme cuenta. «—hay una pequeña pausa. —»¿todo está bien? «—Mickey intuye que ella vio la hora y si no era tarde, entonces era más temprano de lo usual para llamar y avisarle que Oswald estaba regresando a casa.

—sí, sí, solo quería avisarte que Ozzie se quedó dormido. —dijó Mickey, mirando con diversión a su hermano acomodarse mejor en su hombro.

—»¡oh! En ese caso, ¿puedo pedirte que lo dejes dormir allí? «—preguntó Ortensia.

—por supuesto. —contesta Mickey de inmediato. Aunque está casi susurrando, la sorpresa todavía es notable.

Por suerte, Ortensia no tarda en dar el contexto. —»la otra noche tuvimos una cadena de pesadillas con los pequeños del 213 al 225 y Oswald pasó toda la noche haciéndolos dormir a todos. «—contó Ortensia, cariño y aprensión pintando su voz.

—oh... —murmuró Mickey, mirando a su hermano con renovada empatía, entonces notó las ojeras un poco marcadas bajo sus ojos cerrados.

—»si se durmió, está bien, quiero que mi hunny bunny descanse como se merece. «—decía Ortensia con cariño; pero Mickey escuchó a medias.

Pensaba en su hermano, quien a pesar de estar cansado y con sueño (mickey recordaba ahora, los numerosos bostezos) no pospuso la noche de cine, seguramente por no querer apagar su entusiasmo.

—sí, no te preocupes Ortensia. —dijó Mickey, regresando a la conversación. —te lo regresare mañana temprano como nuevo e incluso desayunado. —aseguró con emoción. 

Oswald se removió; Mickey se encogió de hombros inmóvil, hasta que Oswald volvió a relajarse en su rostro y Mickey suspiro.

La risita de Ortensia se escuchó en la línea. —»muchas gracias Mickey.

—no hay de que. —contestó Mickey sonriendo aunque no pudiera verlo.

Luego de eso, Ortensia se despidió y le dio las buenas noches, Mickey hizo lo mismo mandando saludos a sus 420 sobrinos. Ella colgó un segundo después.

Mickey uso una vez más su cola para colocar el auricular del teléfono en su lugar. 

De hecho, él no tenía sueño, toda la emoción de está noche le habían quitado el sueño y quería mantener a su hermano cómodo todo el tiempo que le fuera posible, así que, subiendo solo un poco el volumen del televisor, decidió seguir adelante con las películas por su cuenta, dejando a Oswald usar su hombro como almohada. 

Grande fue su sorpresa cuando poco después, empezó a escuchar leves ronroneos provenir de su hermano.

Lo miró sorprendido por largos segundos. Mickey no sabía que los conejos pudieran hacer eso, sinceramente, supuso que era una característica solo para felinos.

Mickey tampoco sabía, esto era algo que Oswald solo había hecho en presencia de su amada esposa y aveces, para consolar a sus pequeños luego de un mal sueño.

Al final, Mickey dejo salir una cálida sonrisa y volvió la vista a la pantalla.

Más tarde, terminaría por caer en el sueño también. Apoyando la cabeza sobre la de su hermano, se dormiría con los ronroneos arrullandolo y el zumbido de la televisión de fondo.

Cosas de Conejos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora