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¿A quién recurrimos cuando no hay nadie?

¿De dónde sacamos las fuerzas cuando no hay nada que merece la pena?

¿Cómo recomponemos nuestros pedazos rotos? Esos mismos pedazos que alguien se encargó de romper.

¿Cómo escapamos de nuestros monstruos? Esos mismos que dejaron de esconderse bajo la cama, y que ahora nos abrazan en la oscura noche.

¿Cómo hacemos para ser brillantes, para dejar de estar en la sombra y destacar por algo único?

¿Cómo contestamos a estas malditas preguntas que tanto nos atormentan?

¿Cómo sabemos si alguien realmente nos quiere o está jugando con nosotros?

¿Quién responde nuestras preguntas sin sentido y escucha nuestras luchas internas?

Quizás nadie sepa responder a estas preguntas que a una loca se le acaban de acurrir.

O quizás sí.

O simplemente esa loca no esté tan loca, porque este lector se formula las mismas preguntas.

Palabras que no importan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora