Ya han pasado 4 años desde que tuve a mis hijos, y soy la mujer más feliz, no es fácil ser madre soltera de dos guerrosos de la misma edad, y sobre todo por mí trabajo a veces me siento acorralada pero todo eso se borra cuando los veo tan felices jugando. Ambos se llevan muy bien aunque sí son algo diferentes, Adisson es más ruda y Adam es más sentimental, a Adi le llama mucho la atención la música los instrumentos musicales y me hizo apuntarlaen clases de guitarra, y Adam es más deportista le gusta mucho nadar y patinar sobre hielo.
Iba caminando y observando a Adam correr cuando lo vi. Era Sebastián, a lo lejos, no veía muy bien pero estaba muy segura de que era él, no había cambiado tanto, seguía con el mismo físico lo único que tenía diferente era que su cabello ya tenía algunas canas. Supongo que sintió mí mirada así que volteo y me vio, yo me volteé enseguida y busque a Adam, mí instinto de supervivencia me decía que tenía que huir de ahí, pero Adman estaba bastante cerca de él así intenté calmarme, respire profundo y me acerque a Adam, que estaba a metro y medio de Sebastián pidiendo una paleta de hielo a un señor con un carrito.
-Adam, no corras a lo loco quieres -le dije
En eso el señor le entregó su paleta,
-cuanto es? - pregunté
-15 pesos- me dijo el señor.
Empecé a buscar mí monedero en la bolsa pero estaba bastante nerviosa mis manos temblaban y mí corazón latía a todo lo que da
-yo la pago-de pronto escuché su voz mire hacia arriba y Sebastián ya estaba a un lado mío pagando la paleta de Adam
-gracias, señor - dijo Adam yo me quedé paralizada
-de nada-le contestó. Adam se fue caminando a una banquita que estaba muy cerca
-hola- me saludo - no puedo creer que después de todo este tiempo no hayas cambiado, dijo con una media sonrisa en su rostro
-lo mismo digo- fue lo único que pude decirle no entendía el por qué estaba así de nerviosa, tal vez era porque después de 10 años lo volvía a ver, o era porque ahora tenía 2 hijos de él y el ni en cuenta.
-es tú hijo? - preguntó
-sí, así es-le dije - tú tienes hijos? - quise sacar la vuelta de su pregunta
-sí, tengo dos hombres, uno de 12 y el otro de 10
-oh, que bien-le contesté - entonces te casaste?
-sí , me case hace 12 años, pero me divorcie hace 3. Tú te casaste? - Preguntó
-no-le dije cortante
-Mamá! - me gritó Adam con voz espantada sin moverse, - Mamá una abeja! Ayuda! - a Adam le daban pavor las abejas y pude notar como se le aguadaban sus ojitos y quería comenzar a llorar, me acerque a la banca donde estaba sentado le quité la paleta, que era la razón por la que la abeja se había acercado a él y la espante.
-listo! Ya no más abejas - le dije abrazándolo.
-Tranquilo, a tú mamá también le daban miedo las abejas - le dijo Sebastián acercándose a nosotros
Adam se despegó de mí y me volteó a ver - eso es cierto?- preguntó Adam, -Sí- le contesté- pero eso fue hace mucho tiempo.
- entonces algún día ya no les voy a tener miedo? - preguntó
- Nop, tal vez cuando estés más grande ya no les vas a tener miedo-le sonreí,- supongo que ya no vas a querer tú paleta-le dije.
-no- me respondió con un puchero.
-bueno entonces ve a tirarla- Adam tomó la paleta y se dirigió a un bote de basura yo solo lo veía con la mirada. Se acercó a Sebastian que no había dicho ya nada.
-Soy Adam, quién eres tú? - le preguntó a Sebastián. En ese momento sentí una cubetada de agua fría. Adi y Adam sabían de Sebastián, no todo porque estaban muy pequeños para comprenderlo pero si sabían que alguien me había dado su "semillita" para poder tenerlos, cuando se los dije quisieron saber más de él, al grado que me preguntaron si podían conocerlo. Adi y Adam se caracterizaban por ser niños muy inteligentes a su corta edad así que les hable con la verdad y les dije que tal vez no podían conocerlo porque habíamos llegado a un acuerdo a que él sólo me regalaba las semillas y ya, ellos lo entendieron y no preguntaron más, solo el nombre del "florista" como le decía Adi.Había llegado un momento que no pensé que pasaría y que no estaba preparada para tal. Pero no tenía otra opción.
Me acerque a Adam me puse a su altura y le dije
- te acuerdas del nombre del florista?-
-ammm.... Sí! Sebastián-
-bueno, pues él es Sebastián-
Sebastián no dijo nada, supongo que no entendía la situación. Le hice seña con los ojos de que se presentara
-Yo soy Sebastián, un amigo de tú mamá - le dijo
-Eres el florista, mamá nos dijo que nunca te íbamos a conocer porque tú solo diste la semilla para que crecieramos Adi y yo.
-ah- dijo Sebastián y me volteo a ver con cara de "no entiendo nada" -
-Mi amor- le dije a Adam-me dejas hablar tantito con él-
-sipi- me contestó y se dirijio a unos columpios
-por qué no te sientas-le dije a Sebastián, se sentó en la banca al igual que yo. - Seb, no sé cómo decirlo pero, Adam y Adisson, mí otra hija, son los cigotos que congele hace 15 años.hice una pausa- Son tus hijos-
Él se quedó sin aliento, noté como el semblante de su cara cambió por un poco de preocupación-
-tranquilo, como te lo dije antes, no quiero que te hagas cargo de ellos. La verdad es que no pensé en que algún día se pudieran encontrar-
-tienes otra hija? - preguntó
-sí, se llama Adisson es de... - me interrumpió
-cuantos años tiene? - preguntó
- Es lo que te iba a decir, es de la edad de Adam, los tuve como si fuesen mellizos-
-y dónde está? -
-en clases de guitarra-
-guitarra? -
-sí, al parecer y sin querer heredó el gusto por la música. De hecho ya tengo que ir por ella- me levanté de la banca y le hice señales a Adam para que viniera. Adam corrió hasta nosotros
-vámonos mi amor, hay que ir por Adi-
-sipi- respondió - Sebastián- se dirigió Adam a él - vas a ir con nosotros para que conozcas a Adi?
Sebastián se quedó callado y me volteo a ver yo solo levante los hombros. Era desición de él yo sabía que mis hijos querían conocer a Sebastián, tenían esa intriga y no iba ser yo quien les negara la oportunidad, la cuestión aquí era si Sebastián quería o no conocerlos.
-Si tu quieres y no tienes nada que hacer por mí no hay problema-le dije para que supiera mi pensar.
-segura? No tienen inconveniente con eso?
-no, de verdad no hay problema.
-vamos! - dijo Adam
Sebastián volvió a mirarme y asentí con la cabeza
-vamos!
Empezamos a caminar, la escuela de Adi se encontraba a unas cuantas cuadras del parque, Adam como siempre iba corriendo por la asera anticipado a nosotros.
-Cuando volviste? - preguntó Sebastián
-Hace 4 años, casi 5.-contesté -y tú?
-Hace 3, después de que me divorcie. Mi mamá enfermó y me vine para apoyarla a ella y a mí familia
-oh, ya veo, y como está?
-está mejor
La verdad no sabía que decir,
Y supongo que él tampoco así que sólo caminamos hasta llegar a la escuela de música donde Adi tomaba clases, entramos y Adi iba saliendo de su respectivo salón
-ma! - me dijo y corrió a abrazarme
-preciosa! - le dije- cómo te fue?
-bien, estuvo divertido
-que bueno mi amor- la abrace- Adi- le dije antes que ella me preguntara o que Adam dijera algo-quiero presentarte a alguien-y le señalé a Sebastián- Él es Sebastián-
Adi se le quedó mirando por unas milésimas de segundo - hola-le dijo Adi a Sebastián
-Hola- le contesto Sebastián con una sonrisa, Adi se me quedó viendo y me dio a entender que no entendía la situación
-Adi, te acuerdas del florista? - le pregunté
Ella se quedó en silencio y después contestó - el que te dio las semillas? - preguntó
-exacto! - respondí. Adi lo abrazo de las piernas
-mucho gusto, soy Adi - le dijo sonriendo
-El gusto es mío - contestó Sebastián-así que te gusta la música?
-sí -
-que padre -
-mamá-interrumpió Adam. Lo mire-tengo hambre - me miro con ojitos tiernos
-yo también-le conteste-vayamos a comer, les parece?- les pregunte a mis dos guerrosos
-quiero McDonalds - me dijo Adam
-okey, vamos a McDonalds
-vienes? - le preguntó Adi a Sebastián
-Claro-respondió
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Más Que Lazos De Sangre
Teen FictionRenata Oswell, abogada y criminalista con dos hijos, Adam y Adisson cree que tiene la vida perpecta, pues a sabido cómo repartir su tiempo entre sus dos profesiones, su familia y sus hijos, mismos hijos nacidos gracias a una inseminación artificial...