Que tan Buen idea era dejar a mis hijos con si padre biológico. No podía dejar de pensar si él hecho fe que los tres se conocieran fuera una buena idea. Que iba a pasar si los niños se encsriñaban con él, o peor aún, y si Sebastián decidía ser parte de su vida o hasta quitármelos...
¡OK. Basta!, me dije a mí misma.
Eres abogada y sabes perfectamente que él no te los puede quitar, pero, no les puedes impedir convivir, no si los niños quieren conocerlo y él está dispuesto a hacerlo.
Estaba tan sumergida en mis pensamientos e ideas paranoicas que no me di cuenta en qué momento ya estaba en el estacionamiento de mí trabajo. Apague el carro, tomé mis cosas y salí de él.
Entré al edificio de la fiscalía y me dirigí a la segunda planta que era donde se encontraba mi oficina. Al llegar al piso de lejos vi a Diego hablando con una mujer que parecía algo alterada. Me dirigí a ellos.
-Buenas noches - les dije a Diego y a la señora
- Licenciada- dijo diego -Buenas noches- prosiguió - Ella es la señora Aurora. Señora Aurora ella es la licenciada y criminalista Renata, es mi jefa y es la que llevará el caso de su hija -puntualizó Diego.
Acababa de llegar pero mí lógica me decía que que esta señora estaba aquí por una de las cosas más difíciles que le puede pasar a una madre. Perder a un hijo, en este caso, a su hija. Aún no tenía ningún tipo de información, ni sabía que había ocurrido. Mire a la señora a los ojos, perfiles una sonrisa algo ligera, tomé su mano para que sintiera mi contacto y así pudiese tranquilizarse un poco.
Aurora, tenía los ojos rojos de tanto llorar y podía ver y sentir la enorme tristeza que cargaba en ese momento.
-Lamento mucho que esté aquí y lamento lo de su hija-le dije a la señora Aurora, mientras hacía una rápida mirada a Diego en busca de que me confirmara la mínima información que tenía. El asintió con la cabeza dándome a entender que en efecto, la hija de esta señora era una víctima de un probable homicidio.
-Haré lo posible para ayudarla a usted y a su hija, esto no será fácil ni rápido, pero tenga la certeza de que haré todo lo que esté en mis manos - le dije mientras le daba un apretón más fuerte a las manos de la señora Aurora.
-Ahora bien, tengo unas cositas que hacer antes de poder hablar con usted bien-volví a decirle a la señora. -Necesito que se siente aquí - señalé un silla que estaba próxima a dónde estábamos - y en unos minutos la haré pasar conmigo para poder saber un poco más de lo sucedido - le sonreí nuevamente. Ella no dijo nada solo se sentó en la silla.
-Quiere que le traigan algo, agua o un café? - le pregunté
-No, así estoy bien- me dijo la señora Aurora, con un tono de voz que reflejaba lo mal que la estaba pasando.
-de acuerdo-asentí - deme unos minutos y ahorita regreso-
Dicho esto, caminé por el pasillo y entre a mi oficina, Diego venía tras de mí con un foder que contenía un poco de información sobre el nuevo caso.Anelise Román Rodríguez, 24 años.
Encontrada en la orilla de una carretera gracias a un conductor al que se le descompuso el carro, se orillo para así evitar algún accidente de tráfico, caminó unos cuantos metros sobre la maleza de la carretera y noto el cuerpo de la chica. Llamó a emergencias. La hora del registro de la llamada fue a las 17:33;
Primer respondiente: Fernando González Arias, llegó al lugar a las 17:58. Después de corraborar la situación pidió apoyo a la fiscalia para llamar al equipo criminalista correspondiente.
Los peritos forenses llegaron al lugar a las 18:20.
Cadena de custodia:
En el levantamiento de indicios se pudo obtener:
1. El bolso de la víctima, que contenía su cartera de donde se sacó el INE y se pudo identificar a la víctima con el nombre de Anelise Román Rodríguez.
2. Presuntas huellas de deslizamiento, del cuerpo, por la maleza, ubicadas en posición noroeste del asalfo de la carretera. 4.7 metros
3. Posibles manchas hemáticas, ubicadas a 1.10m del cuerpo. Muestras tomadas y llevadas al laboratorio para su investigación.
El médico forense hizo el levantamiento del cadáver a las 18:50.-como fue que hubicaron a la madre? - le pregunté a Diego mientras leía el reporte
-al llegar el cuerpo se buscó en la base de datos de personas desaparecidas a la víctima. Su mamá había puesto una denuncia de su desaparición hace 2 días- Diego hizo una pausa y después continuó - así fue que pudimos localizarla.
-ya veo-comenté -hablame de la desaparición de la chica.
-Sí, ammm... - Diego hizo una pausa mientras tomaba la denuncia de la señora aurora de la desaparición de Anelise- Desapareció el día 11 de agosto-
-alto-interrumpí a Diego- ya leíste el reporte de la desaparicion? - pregunté
-si, lo leí justo cuando lo tuve en mis manos - contestó Diego
-cuántas veces? - volví a preguntarle
-perdón? - me respondió Diego
-sí, cuántas veces leíste el reporte de la desaparición? -
-eh... No lo sé, unas 4?-
-me estas preguntando o me lo estás diciendo-recalqué.
-no, le estoy diciendo, lo leí unas cuatro veces-contestó Diego
-bueno si ya lo leíste cuatro veces, debes de tener ya en mente los hechos de su desaparición, no quiero que me los leas, quiero que me los cuentes, cómo fue que su mamá se dio cuenta que Anelise desapareció? - pregunté. No era que estuviese regañando a Diego, todo lo contrario la mejor forma de aprender es empezando a desarrollar poco a poco un sentido. Mismo que se hace de forma natural, no se trata de leer y repetir lo que esté plasmado en las hojas, se trata de entender los acontecimientos, y eso era lo que yo quería que Diego hiciera.
Notaba el nerviosismo de Diego, y me hizo recordar los primeros casos en los que ayude, no estaba menos nerviosa que Diego, cuando alguno de mis superiores me preguntaba algún tipo de información. Siempre había sido un tanto penosa y me daba pavor equivocarme, me ponía muy nerviosa cuando tenía que explicar los acontecimientos de un caso, pero con el paso del tiempo, ese miedo poco a poco se fue quitando cuando en lugar de querer memorizar cada palabra de la carpeta de investigación, empezaba a entenderla, analizarla y conectarla. Eso era lo que quería que diego aprendiera y no sólo él, también los otros chicos que se encontraban bajo mi cargo.
Se decía que era una maestra excelente, pero que al mismo tiempo era un tanto ruda con mis pasantes, algunos de ellos llegaban a pedir cambio de departamento o de mentora porque no aguantaba mi forma de ser o enseñar, pero creo que eso es muy exagerado. Sí me considero una persona y maestra muy especial, no me gusta que las cosas salgan mal, pero más que eso, mi forma de ser es porque quiero que estos chicos a los que les enseñó aprendan cómo se debe de realizar el trabajo, y no un trabajo mediocre o a medias, un trabajo satisfactorio, donde puedas darle a la familia de la víctima dentro de su pena y sufrimiento, algo bueno. No hay mejor sentimiento que cuando se resuelve un caso y logras dar con el victimario y después éste recibe la pena que merece.
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Más Que Lazos De Sangre
Teen FictionRenata Oswell, abogada y criminalista con dos hijos, Adam y Adisson cree que tiene la vida perpecta, pues a sabido cómo repartir su tiempo entre sus dos profesiones, su familia y sus hijos, mismos hijos nacidos gracias a una inseminación artificial...