Nobara wants to confess

And Fushiguro just wants to cry

PD: Está ha sido la parte más larga de cualquier fanfic mío dios no se si quiera cómo lo hice...

En fin, disfruten xd

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R

ecibió un simple mensaje de su buen amigo.

«Ve a la entrada principal en Shibuya a las 7:00 de esta noche, Itadori estará ahí esperándote. Le dije que iba a salir contigo pero me encontraba mal así que pedí que fuese en mi lugar, así que finge que no sabes nada.»

Tan simple y fácil de entender para Kugisaki, solo pudo sonreír alegremente ante el mensaje. Fushiguro cumplió con lo que dijo, así que no podía estar más contenta.

«Prometo compensarte por la ayuda.»

Después de agradecerle a su manera, fue a buscar lo mejor de su guardarropa. Eran las cinco y quince: una hora y cuarenta y cinco minutos para poder arreglarse, y Nobara pensaba aprovechar cada minuto en relucir su propia belleza. Porque la castaña jamás dejará de pronunciar lo hermosa y delicada que era (aunque algunos recalquen que más bien parecía una marimacha que una damisela, pero que se jodan).

Un chaleco y falda de color claro para resaltar su top negro, maquillaje sutil y un peinado algo simple. Se miró al espejo y sonrió para si.

—Hoy me confesaré, Itadori -hijo de puta- Yuji.

Por su lado, Fushiguro solo veía pasar su vida delante de sus ojos. ¿Cómo acabó espiando a sus dos mejores (porque se supone que eso son) amigos en una cita junto a su insoportable maestro? Lo peor era su cara ridícula mofándose de él mientras buscaba un buen ángulo para una foto. Eran las 6:45 y Yuji había estado parado desde hacía una media hora —en la que lamentablemente fue obligado a permanecer detrás de un pilar junto a Gojo-sensei— mirando al suelo nervioso. Tenía los boletos del cine en la mano por lo que pudo ver, y también notó que estaba balbuceando algo que no podía oír a esa distancia.

—'Ho... la... Qué tal.... vas'— tratando de no reírse tan fuerte, el albino pronunció—. Wow, si que me la ponen muy difícil para no reírme.

—¿Acabas de leer sus labios?—asombrado, Megumi preguntó.

—Duh, quiero lujo de detalles, seguro a Nanamin le hará gracia también~

"No, seguramente te golpeará por andar acosando a tus estudiantes" suspiró.

—¡Oh mira! Llegó nuestra linda Nobara al fin, esto se pondrá interesante.

Notó el brillo infantil resaltar de los lentes opacos de su maestro, atento al dúo que se estaba encontrando. El click de la cámara sonó al mismo tiempo en el que Satoru le pide a su estudiante que se oculte un poco. ¿Realmente se lo va a decir a él, cuando es el propio albino el que más resalta en ese lugar? Oh por favor, no hace falta voltear mucho para darse cuenta que la vendedora de boletos a unos pasos de distancia no para de verlo mientras babea por él. De verdad no entiende que le ven a ese imbécil que tiene por maestro...

—'¡Oh! Llegué tarde'— la voz del albino hizo que lo mirase, usando una voz algo afeminada, pudo comprender al momento de que estaba imitando a Nobara—. 'Lo siento.'

—'¡No te preocupes! ¡De hecho acabo de llegar!'— Yuji agita sus manos con nerviosismo—. Pff.

Si la tierra pudiera escuchar sus plegarias, pediría que se lo tragase de una vez, y si es posible, que se lleve a Satoru Gojo de una vez por todas.