Indestructible-Pain 4/¿?

671 117 68
                                    

Natzuki suspiró, abriendo la puerta de su hogar, usando el uniforme de su academia y regresando por fin de la misma. Como cada lunes, tuvo un comienzo de mierda para la semana, pero fue un poco menos estresante que de costumbre, principalmente porque Izuku le había acompañado hasta la entrada de Somei.

Él tras dejarla en su lugar de estudio, le levantó el pulgar y se marchó a entrenar con Aizawa. No le gusto que se fuese así como si nada, ella quería que acariciara su cabeza un poco antes de marcharse, pero no pudo recriminarle nada. Ninguno de los dos se sintió verdaderamente cómodo con el hecho de que las personas fuesen capaces de verlos.

Cerró la puerta detrás de ella, caminando con pereza por la casa, con la capucha de su sudadera sobre su cabeza. Al llegar a la sala de estar que conectaba directamente con la cocina, pudo ver a su progenitor sentado en una de las sillas, tomando una taza de café y leyendo algo en su laptop.

Pasó de él, sin siquiera dirigirle nuevamente la mirada.

ꟷ¿Dónde estuviste estos días?ꟷ Preguntó sin ver a su hija, cerrando su laptop.

ꟷEvitándote hasta lograr calmarme para no desatar todo mi hielo contra ti por la rabia. ¿Eso es todo o quieres darme otra razón para querer irme de este lugar?ꟷ Preguntó con frialdad, deteniéndose en la entrada de la cocina, sin voltearse.

Enji no pudo evitar gruñir por lo bajo, levantándose y pasando de largo a su hija, ingresando él primero en la cocina.

ꟷMañana volveremos a comenzar con tu rutina de entrenamientos, quiero que estés lista a las cuatro y media como de costumbre.ꟷ Dejó la taza de café vacía en el fregadero, ignorando las dagas que perforaban su nuca.

ꟷ¿Por qué diablos quieres entrenarme otra vez? Llevabas meses sin siquiera querer ver mi avance.ꟷ Preguntó con molestia y nervios, miedo oculto ante las fuertes palizas a las que era sometida en aquellas torturas a las que su viejo le gustaba llamar "entrenamientos".

El hombre de cabellera rojiza simplemente bufó, dándose media vuelta, viendo con firmeza a su hija.

ꟷTú me quieres muerto, ¿realmente estoy perdiendo algo al entrenarte con más rudeza para hacerte más poderosa? Si ese amiguito tuyo o cualquier otra persona me mata, al menos me aseguraré de que para ese momento ya seas más poderosa que All Might. Cumplirás mi sueño, a como dé lugar, y si no, lo hará el hijo que tendrás apenas te cases.

Natzuki no pudo evitar apretar sus dientes con fuerza, cerrando sus puños fuertemente, enterrando sus uñas al punto de atravesar la carne de las palmas de sus manos.

ꟷNunca seré tu sucesora, no me casaré con ningún bastardo. Me rehúso en darle mi virginidad a un bastardo que compraste, jamás cumplirás ninguna de esas atrocidades a las que quieres que sea sometida.ꟷ Ella alzó la cabeza, chocando su único ojo visible con los de Endeavor, dejándole ver al héroe el deseo de muerte en aquel orbe grisáceo. ꟷYo misma te mataré, no Midoriya, no un villano, yo. Yo seré quien extinga tus infernales llamas, donante de esperma, mi hielo congelará tu infierno.

Con eso dicho, la chica se dio media vuelta, enormemente cabreada y dejando escarcha en el suelo por el cual su pie derecho se apoyaba. Pequeñas estalactitas heladas quedaron emergiendo levemente, y con eso le dejó en claro a Fuyumi que ella estaba por terminar en un quiebre psicológico.

La mujer de cabello blanco y mechas rojas, conocía de sobra aquella actitud, aquel tipo de comportamiento por el cual pasó su madre antes de volverse loca. Usando su quirk inconscientemente de vez en cuando, cuando se enojaba demasiado o entristecía al punto de romper en llantos.

La peli blanca mayor dejó caer copos de nieve al llorar de alegría, al estar muy triste. Pero, cuando su propia mente comenzaba a jugarle en contra, el hielo emergió de manera violenta. Estalactitas, cubos, escarcha. Ya no eran copos de nieve, ya no había nieve, solo hielo que podría cortar la piel con sencillez.

E N E R G Y [Cold Fire]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora