Reseñas de Doramas.

The King: Eternal Monarch

Argumento: En una realidad alternativa, la monarquía es el orden social imperante en Corea. Lee Gon es el rey, y ha tenido una vida complicada luego de que su padre fuese asesinado cuando era un niño. Él cree que el asesino ya murió.

Un día descubirá en medio del bosque un portal hacia otra dimensión: la República de Corea. En este misterioso mundo conocerá a Jung Tae Eul, una oficial de policia. Además, descubrirá una conspiración que implica al asesino de su padre.

¿Qué me pareció?: Cuando este drama se emitió el año pasado, en Corea se creó una tremenda ola de polémica. Se criticó absolutamente todo: que si apropiación cultural, que si las actuaciones eran malas, que si la historia de amor no tenía sentido, que si la historia no estaba bien explicada, que si incluyeron demasiada propaganda. Nunca escuché que un k-drama fuese tan cuestionado y debatido. Francamente, y hablando desde mi opinión personal, concuerdo con algunos de estos cuestionamientos, con otros no puedo decir lo mismo.

Para empezar, no conozco a profundidad la cultura o historia coreana, así que sobre el tema de apropiación no puedo opinar con propiedad. Sin embargo, lo que sí está claro, incluso ponían un aviso al comienzo de cada episodio, es que toda la trama transcurre en un universo ficticio, incluídos los vestuarios, edificios y demás. Por lo tanto no creo que el tema de la apropiación cultural sea aplicable en este caso.

La trama es sumamente compleja y elaborada. No creo que sea difícil de entender, sino más bien demasiado extensa. Habían un montón de ramificaciones, tramas secundarias aquí y allá, y una insana cantidad de personajes secundarios. Me resultó muy difícil memorizar tantos nombres de personajes que aparecían durante segundos antes de ser asesinados, y, como consecuencia, fue difícil seguir la historia en algunos momentos. No me extraña que hayan tantas personas con la sensación de que estuvo mal explicada.

Lo que yo sentí fue que habían tantas cosas pasando que uno no sabía hacia donde mirar. Eché en falta que hubiese un hilo conductor más definido. Al principio parecía que lo importante era la conspiración que Lee Gun estaba organizando para tomar el trono. Durante la primera parte del drama nos hicieron creer que algo importante ocurriría respecto a este personaje y sus misteriosas acciones. Al final no hubo absolutamente nada. Fue sumamente decepcionante la actuación de este villano, carente de inteligencia o lógica. Hubo un millón de formas en las que podía haber ganado.

Como dicen aquí en mi país: El que mucho abarca poco aprieta. Ese fue el problema con los guionistas de The King: Eternal Monarch. Quisieron defender tantos frentes y desarrollar tantas tramas, que al final muchas de ellas terminaron siendo decepcionantes. ¿Significa esto que sea la trama sea mala o esté mal desarrollada? En absoluto, como mismo hubieron errores, hubieron momentos en que la historia adquirió un ritmo frenético y apasionante. Esos últimos cinco o seis episodios fueron intrigantes, me tuvieron comiéndome las uñas del nerviosismo. El proyecto hubiese sido infinitamente más interesante si se hubieran centrado desde un inicio en el mapajismeko y todo el asunto de los viajes en el tiempo.

Otro tema desafortunado fue la historia de amor, o para ser mas justa, la ausencia de esta. El romance principal tuvo un muy buen comienzo; en los primeros episodios pude sentir química entre ambos actores y disfruté de la naturalidad y simpleza con que comenzaron a enamorarse. Aquí el problema es que de un capítulo a otro las cosas saltaron abruptamente de un "me gustas" a un "te amaré por toda la eternidad". Y uno se queda en plan: ¿Pero qué me estás contando? ¿Cuando se enamoraron estos dos si apenas se conocieron el otro día? La impresión que me dio fue que estos guionistas no eran especialmente devotos al romance, así que intentaron quitarse esta parte de encima lo más rápido posible. Lo triste es que a partir de ese momento no pude conectar del todo con su relación; se me hacía poco creíble y hasta exagerada. Ni siquiera las numerosas escenas de toqueteo y/o besuqueo pudieron arreglarlo.