✨Euphoria ✨ [DUA lIPA]

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Narra Sahar

Diran, Sahar ¿que carajos piensas al enfrentarte a unos mafiosos de esa forma?

Fácil...

No pienso mucho, pensar muchas veces me aburre a un punto en que dejo de hacer las cosas y esta, de verdad, quería hacerla, quería libertad, una que me había sido arrebatada. Luego de esa noche en el bar clandestino, me puse a esperar alguna señal de que aceptaron el trato o que por lo menos que piensan hacer, ya que, me hicieron irme diciendo que ellos se comunicarían.

¿Les dije que odio esperar?

Bueno, ya lo saben, por otro lado, hoy tenía una competencia importante que según mi padre es importante para el que gane, idiota. Íbamos en el auto y me iban molestando con lo mismo, yo, Sahar nombre largo era el objeto de diversión de mi padre y hermanos, toda competencia me incluían sin preguntar, cada cierto tiempo me enviaban a Ibiza a hacer apuestas millonarias, tal vez ellos aportaban a mi mala imagen frente a los medios de comunicación, y por eso odiaba que me usaran a su antojo, odiaba que me vieran como alguien importante para mi familia cuando solo servía de cara bonita y niña prodigio en los juegos de azar.

-Sahar recuerda, si ganas tendras premio - alienta Henrik-.

Bufe riendo de mala gana.

-¿Que ganare? -alce una ceja- ¿Una presa de pollo extra? -ironice-.

-Tal vez te de permiso de salir el fin de semana con tus amigos -gruñe mi padre-.

Me eché a reír con tantas ganas que mis pulmones y riñones ardían.

--¿Cuales amigos? Demonios los has ahuyentado a todos, ademas de eso tengo edad como para no pedirte permiso para salir, oh esperen monitoreas hasta la hora de ir al baño -escupo molesta-.

-Malas influencias que te orillaban a estar todo el día ebria -objeta el señor presidente-.

-Ebria puedo ser feliz -desvie la mirada-.

Era cierto, no soy feliz.

-Pero no te da una buena imaginen con los medios así que cállate y concéntrate, necesitamos que ganes está competencia -habla molesto-.

-¿Mi imagen o la tuya señor dictador? - pregunto burlona-.

-Sahar comportate -me ordena-

-Si señor dictador, solo por que quiero morir en paz -rio con amargura-.

-Ya llegamos, un equipo te acompañará a los establos y revisara que todo esté en orden, no te mates, gana la carrera y no te lastimes si no es mucha molestia -se apura a decir Henrik-.

-¿Si me mato que? Si muriera hoy, ¿me velarias como la primera dama que soy? - me burlo-

Su cara cambia completamente de molesta o algo parecido a triste, falsedad señoras y señores.

-Eres mi hija, claro que si -agacha la cabeza-.

-Bueno, morire y desde la ciudad de los angeles vere como me velan -rei con malicia-.

-Ya déjate de estupideces -casi grita-.

-Ah pues -rei- quiero ver una escena digna de alguna novela cliche de Wattpad -.

-Ya bajate mocosa -me exigen mis hermanos al unísono-.

-Bien -force una sonrisa bajandome del auto y siendo rodeada por los chicos de seguridad que habian contratado hace poco-.

-si no les molesta Adrien sabe hacer su trabajo mejor que todos ustedes juntos asi que adios -los veo con el ceño fruncido-.

-adrien me acompaña hoy -habla Friedrich-.