✨Euphoria ✨ [DUA lIPA]

22

Narra sahar

Venía entrando al piso, estaba agotada, tenía mi cabeza en una laguna de líos asfixiantes, solo quería silencio, algo rico como mi cama y eso lo es todo, quería pensar en otra cosa que no fueran mis problemas, que estos se resolvieran y pudiera ser un poco mas normal, necesitaba de tranquilidad y eso ahora ni era una opción; suspire con fuera, haciendo despertar un poco mas mi cerebro, asi que, dejé la bolsa que traje de Dunkin Donuts en la pequeña mesa, deje mi sudadera en el corredor, lance las llaves a un bowl hasta caminar a la sola, donde pude encontrarme a Dua, sentada en el sofá con unos audífonos Apple puestos, una tasa de te, posiblemente abandonado por lo frío y con la laptop en sus largas, brillantes y contorneadas piernas, sonreí de lado y me acerco lentamente gusta donde ella estaba, alzo la vista con malicia cuando me vio y se quitó los audífonos, regalandome una pequeña sonrisa.

-Estaba decidiendo las canciones del álbum, faltan algunas pero ya hay buenas opción -me cuenta-

Tomo mi mano y me jalo hasta que quedé a ahorcadas sobre ella.

-pero ya que llegaste sería una buena idea hacer algo juntas -me sonrie juntando nuestras narices de forma cariñosa haciéndome reír-.

-Me parece bien -susurró con los codos en sus hombros jugando un poco con su cabello ahora rubio-.

No había nada en esta mujer que no fuera perfecto e increíble, su cutis es delicado, sus aristas son definidas, sus pecas casi inexistentes le daban ese toque de inocencia, que no tenia por cierto, el rubia platinado la hacia ver mucho más blanca de lo que era, su piel podia compararse con la porcela y lastima que yo podía romperla con solo abrir mi mente a ella.

-¿Por que tan pensativa? -me pregunta subiendo sus manos a mi cintura, procediendo a bajarlas por mi trasero, tocando descaradamente-.

-Hey -la regañe-.

Ella ríe colocándolas de nuevo en la cintura, amaba ese ruido, es exquisito y genuino, temia apagarlo y no escucharlo jamás.

-posiblemente deba salir de la ciudad un par de días -le comento viendo a Samuel hablar con algunos colegas que Alejandra mando-.

-¿a donde vas? -frunce el ceño- Es muy peligroso que lo hagas así como así, Sahar, más sabiendo que tú padre tiene la vista puesta en Los Angeles -me recuerda y asiento- podrían encontrarte- me recuerda de nuevo y suspiro-.

-Debo hacer un par de cosas sola -me abrazó a su cuello sintiéndome un poco mal-.

-¿Por que sola? ¿Por que no puedo acompañarte? -me pregunta un poco enojada- no quiero que estés sola si algo llega a pasar -suspira con pesadez-.

-Si mi padre logra encontrarme sola, sería lo mejor que me podía pasar, el no me matara pero no lo se, es impredecible, me aterra pensar en el que haría con todos ustedes -digo intranquila- Je t'aime tellement Dua et je veux qu'il ne t'arrive rien mon amour -susurro juntando nuestras frentes y ella gruñe-.

-Amo que hables en francés pero odio no entenderte -se queja y río levantandome y la escucho quejarse-.

Con una flojera llenando cada parte de mi cuerpo, subo las escaleras, podria decirse que a rastras, hasta llegar a la habitación y sacar de abajo de la cama, una maleta mediana que contenía ropa, una nueva identidad y dinero; como ya es de costumbre, suelto un suspiro pesadamente, analizando todo esto, toda mi vida, mi antes y despues de Dua Lipa, sabiendo que en un mal movimiento todo se podra ir al carajo a la velocidad de la luz, esto es un poco más difícil de lo que pensé.

No me iría, no lejos, no a Francia, no todavía y aun así, tenía que alejarme de aquella preciosa dama, si quería mantenerla a salvo o por lo menos, no salga mas que lastimada físicamente. Me vería con Félix a casi las afueras del desierto de la ciudad de Texas, debía estar allá por algunos días, los días suficientes como para darles una prueba de vida a toda a Francia, ya que, partiendo de hechos, pruebas, pensamientos analíticos y demas mierdas, todo se estaba llendo al infierno, o literalmente, yo me estaba yendo al infierno.