Han pasado ya tantas noches de nuevo.... Noches de dolor, de llanto y sufrimiento. No recuerdo cuando fue la noche que comenzó de nuevo.
Otra vez soportar la voz de mi cabeza recordándome cuantas veces he fallado.... No a mi mismo, fallado a quien les jure estar siempre que me necesitarán. Esos largos suspiros en señal de auxilio, si hay alguien hay todavía, hey necesito un abrazo, me lo podrías dar tú?...
La vida se me está yendo día a día, no he sentido que haya echo algo digno de recordar en mi lecho de muerte, solamente me he dedicado a sobrellevar mi mente cada vez que algo así pasaba. Pero saben qué? También tengo un límite maldita sea, cuándo entenderán que también cuando les digo que necesito mi espacio no es para que se desaparezcan de mi jodida vida?.
Otra vez al dormir vuelve ese abismo a mi mente, el abismo que me tomo 17 años dejar, un abismo de desesperación diaria que no me deja nada bueno a la mañana siguiente, me deja secuelas diarias de cómo no hacer las cosas y me mata poco a poco.
Este es el peor ejemplo de suicidio que verás, un suicidio mental, en el que sabes que las demás personas nunca lo verán ni lo llegarán a imaginar, porque ya están acostumbrados a verte sonreír como si todo estuviera más que genial.
Les deseo lo mejor a aquellos que siguen dando el maximo de si cada día sin importar que tan destrozados estén. Son unos héroes del día a día y recuerden: Si no has terminado con tu vida, cada mañana estás ganando la batalla...
