TENIEL

Capítulo 2

RYAN

- ¿Te encuentras bien? - la pregunté a la chica de numerosas pecas que tenía entre los brazos.

Ella ni siquiera respondió, supongo que debería estar en sock después de que ese borracho casi la llevase a Dios sabe donde.

- Gracias - dijo casi susurrando.

Yo simplemente la sonreí y me despedí de ella con la mano.

La chica tenía unos ojos marrones verdosos preciosos, pecas por toda la cara, unos labios finos y de pelo castaño. Era bajita y llevaba ropa abrigada debido a las bajas temperaturas que había en aquel país. Deduje que acababa de salir del instituto ya que llevaba una mochila a la espalda, al igual que yo.

- ¡Espera! - la escuché decir unos metros detrás de mí - ¿Cómo te llamas?

Su pregunta me hizo reír, como si esto fuese una de esas películas americanas. No sé siquiera por qué la salvé de esa situación, no suelo hablar con mucha gente, soy muy introvertido realmente. Simplemente la vi en apuros y tuve que actuar.

- Ryan - dije entre risas.

- Yo Bea, gracias por lo otro - dijo con nerviosismo en sus palabras.

La sonreí de nuevo y me fui directo a coger el tren de Escernova. Mi madre me mandó a hacer unos recados aquí después del instituto y ahora tendría que ir a casa.

Ya en el tren me esperaban unos minutos de viaje, el tramo no era muy largo. Las vistas eran de lo más espectaculares, se podían ver centímetros de nieve por todos lados y los árboles con apenas hojas, parecía que en este país siempre era Navidad.

Aquí los transportes públicos estan muy reducidos debido al temporal. Los trenes de Escernova estan especializados con ruedas hechas con materiales resistentes a la nieve y a las bajas temperaturas. Pero hay un tren que recorre todo Teniel, es muy útil ya que si tienes que ir de un país a otro tarda muy poco. También se puede ir en avión, pero hay menos ya que también hace un fuerte viento, que puede perjudicar los vuelos.

En cuanto llegué a casa deposité la mochila en el suelo de mi habitación y me cambié para ir al bar donde trabajaba algunos días a la semana para ganar algo de dinero. Después de la jornada Matt, mi mejor amigo, me vendría a recoger.

- Adiós mamá, volveré sobre las nueve - me despedí de mi madre dándole un beso en la mejilla.

- Ten cuidado cariño.

El bar donde trabajaba se llamaba 24 horas, no muy original, pues los empleados nos vamos turnando durante las 24 horas del día, a mí hoy me tocaba de cuatro a nueve.

- Hola Jeff - saludé a mi jefe - ¿todo bien por aquí?

- Buenas tardes Ryan. Sí, hoy no hay mucho gentío por lo que tienes la jornada tranquila.

- Perfecto - dicho eso me dirigí detrás de la barra esperando a los clientes.

Minutos después un hombre con cara de malos amigos se acercó hacia mi.

- ¿Le puedo ayudar en algo, señor? - dije educadamente.

El hombre me fulminó con la mirada, no debía haber tenido un buen día.

- Un whisky

- ¿C-como? Me está prohibido servir bebidas alcohólicas, si desea puede ir a ese otro lado de la barra donde está mi compañera, ahí pueden atenderle.

- Venga niñato, no tengo todo el día. Dame el maldito whisky, nadie se dará cuenta.

- Lo siento, pero no puedo.