ᴘᴀʀᴛᴇ ɪDesde la acera donde me encontraba podía observar mi nuevo hogar.Un edificio alto, con una puerta doble de vidrio polarizado. Árboles cuyos nombres no sabía, pero los cuales con su aroma eliminaban un poco el olor de la ciudad, y ahí, admirando lo que estaba delante de mí, una gran pregunta nació de mi mente
«¿Cómo había terminado en esta situación?»
¿Alguna vez has sentido tu corazón roto? Al punto de sentirte totalmente ahogada con tu propia presencia.
Yo sí, y era difícil determinar desde cuando había empezado a sentirme así, pero esos sentimientos habían sido los causantes de esta narración.
El amor.
Una palabra deliciosa pronunciada por las personas soñadoras y un grito desgarrador para aquellos con el alma dolida.
Aquella palabra siempre impactaba y revotaba en mi cráneo, una y otra vez, siempre había sido algo que imaginaba, siempre esperaba por esa historia para mí.
Durante mi niñez observaba las películas que mi madre colocaba en televisión. Me la pasaba imaginando una vida de comedia romántica, donde todo se me complicaba hasta que un apuesto hombre me salvaba. Era algo que me hacía suspirar.
Mi adolescencia no había sido tan diferente, sólo que sabía leer y comprender mejor. Ahorraba las pocas monedas que me sobraban de mis desayunos escolares para ir cada fin de mes al puesto de periódico por una revista, de aquellas destinadas hacia adolescentes donde en letras grandes colocaban una secciónque todas buscábamos desesperadamente, consejos de amor. Pasaba el tiempo leyendo libros de romance antiguo, aunque algunas veces también moderno, donde la historia que contaba era que, a pesar de todo, la chica tímida e inocente se quedaba con el apuesto hombre que le había hecho un drama innecesario durante toda la obra. Mi vida siempre fue así, anhelando el amor de libros y películas.
Pero es una lástima que el amor no vaya de eso.
Y lo descubrí todo después de él, Ryomen Sukuna.
Ryomen, era mi vecino. Su casa no quedaba cerca de la mía, no estaban al lado de la otra, pero aun así, éramos vecinos. Algunas veces compartimos juguetes y juegos infantiles con más niños, otras tantas, solo nos quedábamos afuera hasta tarde mientras nos perseguíamos el uno al otro. Ninguno de los dos quería estar en casa, todo parecía ir mejor fuera.
Así había sido hasta la adolescencia.
Ryomen, dejo los autos de plástico para tomar una guitarra vieja que había comprado de segunda mano. Pasaba horas ensayando con sus nuevas amistades, pues había decidido su sueño y meta: tener una banda famosa.
Se transformo en aquel chico del que mis libros hablaban y las películas ponían en pantalla, él era el tipo de chico por el cual cualquier chica se enamoraría.
Y yo lo había hecho.
Ryomen cumplía con aquella lista no escrita en la sociedad de lo que podría ser tu alma gemela: nos conocíamos desde pequeños, vivíamos a unas cuantas casas del otro, siempre me acompañaba de regreso, compartíamos comida y algunas bandas de música, y desde la adolescencia lo vi como eso, mi alma gemela.
Y creí habalero confirmado cuando él me confeso que también me veía de esa manera a los diecisiete. Había sido impactante para mi descubrir que él creía lo mismo, estábamos destinados, así lo había querido el universo, sino, ¿por qué habíamos coincidido tanto?Fue inevitable no tener una relación de la cual me había alegrado hasta no poder más, pues mis ilusiones de niña y adolescente parecían cumplirse, pero estaba demasiado cegada.
![](https://img.wattpad.com/cover/278515998-288-k361445.jpg)
ESTÁS LEYENDO
SUNSHINE | Megumi Nakamura
FanficEl amor. ¿Sabes que es? ¿Tienes algún concepto? Tal vez sea un beso bajo la lluvia o dedicar canciones, pero ¿y si Dai te enseña otra cosa? Porque a veces conectamos con las personas correctas. Libro1 🐸 OBRA REGISTRADA bajo Creative Commons. Códig...