Todo sigue bien...

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Al sentir una mano en mi hombro es cuando por fin reacciono, abro los ojos y me giro hacia la persona a la cual pertenece aquella mano, viendo a mi compañera y amiga Sara con una expresión de sorpresa, es normal no soy de esas personas que se duerme mientras trabaja pero al final mi cuerpo no ha podido soportar el turno de 12 h y el tener que doblar por la baja de maternidad de otra compañera. Llevaba casi 24h de trabajo intenso sin parar, cuando salgo de mis pensamientos presto atención a Sara.

- ¡¡¡Te dije que me pidieras ayuda si estabas en el límite!!!- Aquella chica de aspecto dulce mostraba una cara bastante seria y algo adorable en mi opinión.

- Ya... lo sé perdona, estaba revisando los ingresos en el ordenador que ha hecho la nueva- No estaban del todo bien y para los doctores la información de los pacientes debe ser lo más correcta y precisa posible.

- Deberías descansar, el turno de Celia termina dentro de 1h te cubro yo- Me decía mientras me arrastraba fuera de la sala aún sentada en la silla, creo que por esta vez dejaré que se apañen sin mí 1h.

-Gracias Sara, te devolveré este favor que me haces- Finalmente me levanté de la silla y me dirigí a la zona de descanso de psiquiatría, esto se debía a que la sala de pediatría en la que normalmente descanso junto con mis compañeras estaba en obras.

Enfermera jefa...quien lo diría de pequeña odiaba ver sangre y ahora la veo con frecuencia en pacientes ya sea por accidentes o simplemente realizar análisis. No era mi profesión inicial pero debido a algunos problemas tuve que hacerme a la idea de que no todo lo puedo controlar.

Caminaba sin muchas ganas por aquellos pasillos, regalando sin fuerzas sonrisas a aquellos niños que jugaban, llegando al ascensor pulse la planta 3 deseando llegar lo antes posible a mi destino. Observé en el reflejo del ascensor las ojeras que llevaba y revisé las raíces de mi pelo estas mostraban un rubio ceniza casi imperceptible esto se debía al tinte rojo borgoña que llevaba en todo el pelo algo quemado en las puntas por tanto tinte, pero de eso me haría cargo el fin de semana.

Se abrieron las puertas dejando ver una zona tranquila y silenciosa, con algún murmullo por parte de la gente que esperaba ser atendida por sus médicos, saludé al celador del pasillo en el que se encontraban las salas de descanso junto con las de pruebas psiquiátricas, iba mirando mis zapatillas amarillas cuando sentí un golpe en el hombro, alcé la mirada y ví a un chico, el que chocó conmigo, tenía una mirada dura tras él iban 2 celadores al ver la pulsera morada de su mano decidí que a pesar de todo tenía que ayudarles. 

Con la poca fuerza que me quedaba agarré su brazo izquierdo apoyándolo en su espalda y lo sujeté con mi mano libre por el hombro, di un leve golpe detrás de su rodilla haciendo que caiga y no pueda seguir corriendo, bajé la vista y me miraba algo asombrado supongo que por la facilidad con la que lo atrapé, los celadores llegaron y iban a atarle las manos con una brida cosa que me pareció innecesaria y dolorosa, las muñecas del chico tenían heridas de ese tipo de bridas, no debería intervenir pero tengo que hacerlo.

- Espera, no crees que eso es demasiado ya tiene heridas de bridas y se podrían abrir e incluso infectarse- Los 2 celadores se miraron entre sí sin saber que hacer, desaté el pañuelo que sujetaba mi pelo en una coleta y se lo puse en las muñecas sin causar mucho dolor pero apretando lo suficiente para que no se suelte.

-Gracias, Abril- Contestaron los 2 celadores; yo seguí mi trayecto hasta la sala que me estaba esperando y una ve allí poder descansar.


POV X: chico 

Después de 3h de aburrimiento interminable era hora de armar jaleo, miraba a Marco y Ricardo jugar a las cartas intentando entretenerse, me levanté de la cama como pude algo adormecido por los analgésicos, camine por la blanca habitación buscando una forma de entretenimiento y cuando menos lo esperaba el reloj marcaba las 6 el cambio de celador, el mejor momento para dar una vuelta por este hospital.

Cuando entró el celador para el cambio aproveché para correr, seguía atontado por los medicamentos pero era mi momento, escuchaba a Marco y Ricardo reírse y animarme para seguir corriendo. Cuando llegue a la entrada del pasillo choqué con alguien gire mi cabeza para mirarla, una chica de cabello rojo y ojos cansados, pensé que sería alguna nueva pero no pude seguir corriendo, me agarraron y sujetaron de forma que mis piernas tocaron el suelo pero no fue bruco, era un agarre firme pero para nada doloroso. Levanté la vista y vi a aquella chica, me pude fijar en la ropa de enfermera que llevaba, los celadores llegaron hasta nosotros y me sujetaron, cuando iban a ponerme las bridas aquella chica habló.

- Espera, no crees que eso es demasiado ya tiene heridas de bridas y se podrían abrir e incluso infectarse- Yo la miraba sin entender, se supone que las enfermeras de psiquiatría y todo el personal de esta planta las debe utilizar con pacientes de pulsera morada como yo; los detalles los contaré más adelante; la chica suspiró y desató el pañuelo que tenia en su pelo haciendo que su pelo caiga sobre sus hombros, se acercó y ató mis manos con este para finalmente alejarse un poco.

-Gracias, Abril- Contestaron los 2 celadores; ese era su nombre, igual de bonito como ella, se dio la vuelta y siguió por el pasillo hasta llegar a la sala de descanso de las enfermeras, mientras que por mi parte me llevarían nuevamente a la sala en donde se encontraban mis amigos.

...

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⏰ Última actualización: Jul 24, 2021 ⏰

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