Casi no podía respirar viendo los colores del fuego danzando delante de mis ojos aguados. La inmensidad azul me rodeaba, entre los tonos pasteles de un sol despidiéndose y desapareciendo a través de la pequeña línea que separaba el azul del mar con el manchado azul del cielo.
El pequeño vaivén de la brisa marina despeinaba mis cabellos, a la misma vez que el vaivén de las olas movían la tabla de surf y una lagrima rebelde se mezclaba con las gotas saladas del mar.
Mientras tanto el caos de los pensamientos continuaba contenido en la orilla siendo arrasados por el romper de las olas, acechando, intentando abalanzarse dentro de aquel azul hasta llegar al laberinto de mi mente.
En ese preciso instante, me sentí libre por primera vez en mi vida. Perdida entre el agua salada del océano que amenazaba con ahogarme, pude respirar después de tanto tiempo.
El retorno del contacto con la solidez de la arena bajo mis pies, provoca que aquel momento de paz y sensación de libertad del atardecer desaparezca dejando paso a la noche y su oscuridad.
En la pequeña cabaña el agua salada abandona mi cuerpo siendo sustituida por la suavidad que deja a su paso aquel jabón olor vainilla. Mis pies avanzan dejando a su paso pequeñas marcas de agua en la clara madera, dibujando un recorrido hasta el reflejo de una chica desnuda devolviéndome la mirada.
El cuerpo del espejo estaba definido por un claro entrenamiento y marcado por el pasado. La piel oscura de las múltiples cicatrices destacaba en su blanca piel de la misma forma que la tinta negra de los tatuajes. Sus oscuras ojeras demarcaban su rosto dejando unos labios carnosos y una mirada como un mar en tormenta.
Me invadió un sentimiento de vacío, era incapaz de reconocerme a mí misma a través de aquella imagen que me devolvía el deteriorado espejo. Después de tantos golpes y tormentas me sentía tan rota y perdida, que la mirada que me devolvía el espejo no dejaba ver ni un pequeño recuerdo de la niña que alguna vez fui.
Y es que la vida me había jodido tanto que ya no quedaba casi nada de mí. En mi interior solo quedaba una llama contenida esperando quemar todo a su paso, esperando ver arder.
Porque soy una bomba de relojería, a punto de incendiar todo a su paso y vengar la vida que me quitaron. Porque ya no soy aquella niña asustada, soy aquella mujer convertida en dragón que no parara hasta convertir en cenizas el infierno.
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Bienvenidos a la gran venganza, una llena de llamas, que viene a arrasar con todo. Y ese todo incluye tu estabilidad mental. ¿Preparada para ver arder todo? Pues sigue leyendo y poco a poco veras como esta protagonista se empodera y crea fuego a su paso.
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Venganza en llamas.
Teen FictionUna niña criada en pleno infierno, convertida en mujer con cicatrices. Una llama latente esperando arrasar y dejar cenizas a su paso. Una venganza en llamas, nacida de las entrañas del dragón. "Hay belleza en las cenizas de un corazón que ardió po...