Mierda, mierda y más mierda. No se cómo habíamos llegado aquí, trate de buscar en mi cabeza el fallo que hubiera acabado llevándonos a esta catástrofe. Seguía observando la nota en mi mano mientras corría a toda velocidad intentando llegar al salón.
Habíamos caído en alguna trampa, conocían la identidad de la Reina. Y mientras ellos iban en su búsqueda para acabar con ella, yo corría desesperada esperando llegar a tiempo para evitarlo.
Mi mente funcionaba a toda velocidad tratando de encontrar el momento en el que todo se fue a la mierda, el más mínimo detalle que nos delatara. Y no podía dejar de pensar de que esto había sido mi culpa.
Mis tacones resonaban a la velocidad de mis pies mientras me acercaba a la gran puerta del salón. Todo parecía estar en calma, esa típica calma antes de la tormenta.
Entre al salón enorme, luminoso, con tonos amarillos que hacían efecto de oro en toda la habitación. La sala estaba llena de gente, los invitados con vestidos de gala y los camareros con un esmoquin negro perfecto repartiendo aperitivos y copas. La orquesta sonaba suave, armónica, al compás. Se escuchaban voces de fondo en algunas mesas, había personas bailando, otras en el balcón fumando. Mis ojos escaneando todo el lugar, buscando.
Y de repente, ¡Boom! Un disparo, dos, tres. Gritos. Más disparos, más pánico. Todo se volvió puro caos.
Mierda, mierda, MIERDA.
Y en ese momento caí, me di cuenta de mi fallo. Mi gran fallo. Y no pude hacer otra cosa que culparme de esta situación.
Pero será mejor que rebobinemos, para que podáis entender todo esto deberé empezar por el principio. No el principio, principio. Solo por el principio de este estúpido juego....
Llevaba meses oculta, dentro de esta mansión abandonada en medio de la nada. Había ido reuniendo toda la información necesaria, investigando cada detalle y creando el plan perfecto. Mi cuaderno negro estaba lleno de tinta oscura, donde de vez en cuando resaltaba el color rojo entre las líneas negras y los recortes de periódicos o informes.
Busque los mejores individuos para que formaran parte de esto y contacte con ellos de forma remota. Una vez que aceptaron las condiciones y quisieron participar, me desplace entre las sombras para quedar con ellos y darles los últimos detalles.
En todo este proceso todo y haber estado sola la mayoría del tiempo, conté con el soporte incondicional de... bueno vamos a llamarla primero por su nombre en clave.... La Reina Dorada. Fue ella la que me saco del infierno y me apoyo en toda esta locura.
Barbie y Joker también fueron dos grandes pilares en toda esta trama, mi historia con ellos dos es más complicada. Nos conocimos dentro del infierno y convivimos en el generando unos lazos irrompibles.
Pero nosotros cuatro solo no éramos suficientes para lo que mi macabra mente había maquinado. Tuve que buscar más integrantes para nuestro disfuncional grupo. Los demás miembros los busque por sus diferentes habilidades que precedían su gran fama entre los delincuentes.
Solo hubo uno que me encontró a mí y me suplico por participar. Casi me volví loca cuando me di cuenta que alguien, el cual no savia quien era, había conseguido contactar tan fácilmente conmigo. Estuve a punto de ignorarlo y deshacerme de él, pero cuando me dijo que conocía a uno de los miembros que yo había seleccionado y que este le había comentado en contra de quien íbamos, me conto que se empeñó en encontrarme para participar y poder realizar su venganza personal realizando la mía. No supe porque no le pedí más explicaciones y lo dejé entrar sin ninguna objeción dentro del equipo, tal vez fue por su desesperación para liberar sus demonios internos o que me recordó tanto a mí que no tuve problema en aceptarlo. Bueno y también fue el hecho de que fuera el hacker más joven y el mejor que había en el momento, por lo tanto, Satélite se convirtió en un gran partido para el grupo.
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Venganza en llamas.
Teen FictionUna niña criada en pleno infierno, convertida en mujer con cicatrices. Una llama latente esperando arrasar y dejar cenizas a su paso. Una venganza en llamas, nacida de las entrañas del dragón. "Hay belleza en las cenizas de un corazón que ardió po...