Una joven apasionada de la ciencia llamada Natsuki Kimura, se encontraba saliendo de la biblioteca cuando se topa con un extraño escenario: un hombre caminado tranquilamente con su mano envuelta de un líquido rojo.
Nuestra protagonista, al notar que...
Antes de comenzar el cap, me gustaría aclarar algunas cosas :3
Tu nombre: Natsuki Kimura
(Natsuki significa esperanza y Kimura árbol del pueblo. Lo elegí porque me gustó, pero si quieres, lo puedes cambiar)
Tu edad: 23
(Uno menos que Illumi)
Tus gustos: Por ahora solo es necesario saber que te apasiona la ciencia, irás sabiendo más con el paso de los capítulos. También tenemos 2 libretitas, en una apuntamos los animales que nos hemos cruzado y la otra las plantas. Es como nuestro hobby.
Ahora sí podemos empezar, gracias por leer <3.
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Pov Narradora:
Como casi todas las noches, la joven caminaba a paso rápido hacia su casa, intentando evitar el aire frío de la noche.
La luna llena la seguía, iluminando la desierta calle por la que transitaba.
Pov Natsuki:
El frío aire de la noche golpeaba mi cara y desbarataba lo que quedaba del rápido peinado que me había hecho por la mañana.
- Mereció la pena -Susurré para mi misma, mientras le daba pequeños golpecitos a la carátula del libro de ciencias que había tomado de la biblioteca hace ya un rato.
- Gracias a tí ya no tendré que ver a la señora amargada nunca más - Sonreí tras decir esa frase en alto. Miré el libro que llevaba en mis manos y lo puse contra mi pecho.
- Pufff... esa maldita - El aire se llevó mis palabras, pero aún seguía enfadada de recordar lo que había pasado horas atrás...
-Flashback-
- ¡Aquí te tengo!- Susurré para mi misma.
Después de varios intentos y mis dedos hechos polvo, por fin había conseguido alcanzar el libro.
-¿ Quién demonios pone los libros tan altos ?- Mascullé mientras masajeaba los dedos de mis manos, que habían sido cruelmente estirados.
- Los ponemos altos porque la gente no los lee, bueno, sin contar a los raritos como tú- Dijo con su típica voz asquerosa.
- Que alegría verla señora Dolores, tan agradable como siempre, realmente me alegra el día cuando se comporta como niñata a sus 87 años- Dije sarcástica, esa vieja la tiene jurada conmigo, su obsesión pasa los niveles sanos...
