Mi dulce chico de ojos oscuros y sonrisa bonita.
El tímido y cálido que hechizo mi corazón con una rapidez que asusta a todos, y más aun a mí.
El dulce chico que me llama tan cariñosamente y sostiene mi mano en público
Mi dulce y tan cobarde chico, que me mintió de la forma más hermosa posible, y yo, quien agriamente acepto todas sus mentiras y las consumió como si de caramelos se tratasen.
Cada mentira suya tenia una cubierta tan dulce y acaramelada que era difícil distinguir el agrio y salado sabor que había dentro.
Guarde y atesore esos caramelos como el tesoro más precioso, dentro de mí frágil y delicado corazón, los guarde bajo llave y después me deshice de esa misma llave, con la esperanza de que la dulzura de mi chico no escapara a ningún otro lugar que no fuera mi bondadoso e ingenuo corazón.
Pero entonces comenzaron a derretirse cada uno de ellos, uno por uno, resbalando su dulzura por cada pequeña o enorme cicatriz que habitaba en mí corazón desde hacia mucho tiempo.
Perdí toda la dulzura de aquellos caramelos que con tanto esmero me proporciono, detrás quedo solo la salada y amarga verdad, haciendo daño a cada pequeña parte dentro de mí que por milagro continuaba sana, e hiriendo otras a su paso, que con trabajo ya había sanado.
Mi dulce chico se fue, llevándose toda su dulzura con él.
Me dejo, con el corazón roto y un amargo dolor.
El me hirió de la manera más dulce y letal que pueda existir.
El mintió.
Dulcemente.
Una y otra vez.
20 - 𝓓𝓲𝓬𝓲𝓮𝓶𝓫𝓻𝓮 - 2016

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𝓛𝓪 𝓬𝓾𝓻𝓪
ПоэзияLos escritos que plasmo aquí nacieron originalmente en tinta y papel. Representan todo lo que alguna vez sentí y todo lo que dejaron atrás mis viejos amores, todo aquello que nunca fui capaz de decir pero si de escribir en un proceso por buscar "𝓛...