Capitulo 42 : Más complicaciones

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La ojiperla salio rápidamente del cuarto de la pelirrosa y comenzó a caminar hacia su cuarto. Su corazón latía rápidamente y su mente estaba totalmente confundida, en ese momento solo una pregunta rondaba su cabeza...

¿Que hacían las cosas de un orochimaru en el cuarto de la senju?

Camino rápidamente a su cuarto con un monton de preguntas en su cabeza, preguntas que solo cierta pelirrosa podria responder. Llego hasta la puerta y trato de tranquilizarse, después de unos segundos entro y vio a la pelirrosa que estaba profundamente dormida.

-ya se durmió -susurró Tenten en tono bajo-

-eso veo -dijo decepcionada ya que queria hablar en ese mismo momento con la ojiverde-

-¿que traes ahi? -pregunto mientras se paraba-

-ah esto...no es nada... -musitó sumamente nerviosa al tiempo que camina a su armario y metía rápidamente las prendas en este- creo que es mejor que descansemos ¿no lo crees? -pregunto con una sonrisa-

-eso creo -asintió estirando sus brazos-

Después de eso no dijeron más, solo procuraron descansar unas horas más.

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En otro lado del colegio, un pelinegro ya habia llegado a su sector, entro en este y cuidadosamente camino a su cuarto. Nadie podia verlo en ese estado. Llego a su cuarto y entro en este dando un fuerte portazo.

-¡maldita sea! -exclamo sumamente molesto mientras daba un fuerte golpe en la pared-

No podia evitarlo, estaba sumamente preocupado por la situación en la que dejo a la senju, sabia que no era nada bueno. La habia dejado con el cuerpo del peligris, y en un estado no muy bueno. Comenzó a caminar en círculos por la habitacion, mostrando de esta manera su preocupación y nerviosismo.

-maldición -susurro al verse cubierto por la sangre del peligris-

Todo su brazo estaba rojo, y su desnudo pecho tenia pequeñas manchas de sangre que le salpicaron por el impacto del golpe.

-tendré que bañarme -masculló de mala gana mientras caminaba hacia al baño-

El agua siempre lograba relajarlo un poco, pero solo un poco. Su mente aun estaba pensando en la pelirrosa y su situación, realmente todo habia sucedido muy rápido, tanto que recien ahora caía en cuenta que habia matado al peligris.

-estúpido -susurro seriamente al recordar como el orochimaru habia rogado por su vida-

Cerro los ojos con una sonrisa en su rostro. Kabuto nunca le había agradado, siempre metiéndose en sus asuntos y todo por ordenes de Itachi. Claro que últimamente no lo hacia porque sabia que si seguía haciéndolo no terminaria bien, pero ahora ese era el problema, sabia que el peligris era uno de los fieles seguidores de Itachi y por lo tanto este no se iba a quedar de brazos cruzados al saber que Kabuto murió. Pero no tuvo mas opciones, sabia que si lo dejaba vivo el peligris correría a contarle todo a Itachi, y aunque no hiciera eso, tenia ordenes de matar a Sakura. Eran demasiados motivos para matarlo.

Estaban en serios problemas y lo sabia, es por eso que en esos momentos no podia estar tranquilo.

-que problema -susurro fastidiado mientras salia del baño-

Camino lentamente hasta su cama y una vez frente a esta se tiro de una. Su vista estaba clavada en el techo, y sus brazos a los costados de su cuerpo. Si no hubiera sido por el maldito peligris en estos momentos le estaría haciendo el amor a Sakura. Al pensar en ello cerro sus ojos con fuerza y apreto sus manos, pensar en ello lo estaba enloqueciendo. Esa deliciosa piel de la senju, ese exquisito aroma y escuchar sus dulces gemidos...Todo, absolutamente todo le gustaba de ella, y él necesitaba sentirla suya, lo necesitaba demasiado. Hace mucho tiempo que no tocaba a una mujer y eso comenzaba a desesperarlo.

Nuestro destino o nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora