→ Hey Jude ←

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Teniendo grabación, estaba yéndose quince minutos antes de la hora acostumbrada, pero así tendría más tiempo para ponerse a pensar en lo que había pasado estos últimos días.

Saliendo de edificio, se encontró con el portero fumando afuera, casi como todos los días, y su voz lo frenó de continuar su camino.

—¿Ocurre algo, George? Te ves mal.

—¿Conoces a la chica del 310? La saludé creo que dos veces y nunca me dirige la palabra, o me mira, me siento un cactus cuando le hablo.

Charles, el portero, se paró a pensar unos segundos, prender otro cigarro y ofrecerle uno a George.

—¿Angie? ¿La trigueña?

Asintió derrotado, solo quería saber el motivo de su comportamiento y su última idea era pensar que era porque él era insoportable y ella mal educada.

Al ver su cara, el portero soltó una estruendosa risa, asustando a George del ruido, casi tirando el cigarrillo.

—Vas a seguir siendo un cactus mientras no sepas cómo comunicarte. Angie es sorda.

Después de decir eso, todo parecía encajar en su mente. Pero no lo suficiente como para poder saber la manera de "hablarle y ser escuchado".

°Recién ahora° George HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora