Permanente 2

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Una semana había pasado después de aquel beso. Lo revivía en su mente día tras día. Al anochecer antes de dormir, cuando despertaba, cuando se duchaba, cuando comía, cuando trabajaba. A todas horas en cualquier momento. El detalle era que jamás había sido besado así. Nadie lo había tocado de esa manera. Loey era quien ocupaba su mente a cada instante y lo único que hizo fue besarle por unos segundos.
Ingenuamente creyó que tendría que ir a dejar pollo frito al local de tatuajes pero no sucedió. Por otro lado, debido a que hacían rotaciones, KyungSoo ya no estaría repartiendo a domicilio, sino que tendría que atender en la caja registradora. No le molestaba, pero eso le robaba la posibilidad de ver al tatuador de manera casual. En realidad no quería tener esas emociones o esa ansiedad por verlo de nuevo pero no podía desaparecer lo que sentía.

Las cuestiones amorosas no le fascinaban. Pero estaba teniendo un momento de enamoramiento o algo parecido. Por alguna razón, pensar en el tatuador también le hacía pensar en JunMyeon y le hacía sentir culpa. No debía decirle que había permitido ser besado por otro pero la culpa le hacía dar vueltas al asunto. Más de una vez se preguntó porqué no podía corresponder pero la realidad es que un extraño le hizo sentir más de lo que había logrado su amigo JunMyeon. Dolía porque no merecía eso pero tenía que sentirse bien, estar con alguien que quisiera era lo mejor. Precisamente JunMyeon quedó en pasar por él ese día. En realidad quería aprovechar para conversar con él. Tal vez no revelarle el beso, solo hacerle saber que había alguien... no. No había nadie. Solo fue algo de una noche. Así de fugaz, casi como si hubiera sido un sueño. No se repetiría. De acuerdo, no le diría nada.

Pero incluso cuando decidió callar, su mente preguntaba de nuevo:¿Qué tenía ese tatuador de interesante?, ¿Por qué no lo sacaba de sus pensamientos?.

JunMyeon hablaba de cosas del trabajo y KyungSoo lo escuchaba pero se distraía con facilidad.

— ¿Te parece bien?

— ¿Ah?

Habían llegado al  estacionamiento del departamento. Estacionó el auto y observó divertido a KyungSoo.

— Estás distraído.

— Es cansancio.

— Decía que quiero llevarte a cenar el viernes.

Oh no...

— Sí, creo que no tengo nada que hacer.

— Bien. Entonces te estoy llamando.

— Ok. Gracias por pasar por mí.

— Descansa Soo.

KyungSoo bajó del auto con la culpa disparada en su corazón.

Cuando abrió la puerta con la clave de seguridad, pensó que no habría nadie, sin embargo, estaban sus amigos como siempre viendo televisión. Se saludaron como siempre y los dejó hacer lo que quisieran.

Fue a su habitación y se echó sobre su cama muy dispuesto a dormir de inmediato.

— Pollo frito.

Abrió sus ojos de golpe al reconocer aquella voz. Se giró en dirección de la puerta Y ahí estaba el chico amigo de Loey. ¿Por qué estaba ahí?

— ¿Qué haces...

— Tranquilo, vine con tus amigos. Tienes un buen departamento por cierto.

— No sé qué decir.

Sin decir nada más, Baek regresó a la sala principal para pasar tiempo con sus amigos. Estaba siendo invadido por dos amigos y un desconocido, pero a pesar de eso, no estaba amenazado. Baek transmitía confianza.

Permanente * CHANSOO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora