Tropiezos, Primeros intentos de Manga.

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De nuevo y repito, si lo único que quieres es ver el dibujo en vez de tomarte la molestia de calarte un párrafo que no habla más que de mi vida, te invito a que vallas al final del texto... A darle pues.

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Así pasaron los meses. A estas alturas tenía 14 años de edad. Eran días realmente monótonos sin nada en especial. La calle se veía realmente vacía y desesperanzada. Eran escasos los momentos en los que salía a jugar con los demás (olvidando el hecho de que realmente no soy bueno en ningún juego o deporte físico). Se habían ido las ganas de salir.

La única razón por la que realmente quería salir de mi casa, era para encontrarme con el apoyo incondicional de hermano de otra madre que me brindaba Chikito sin nada a cambio. También con la carismática y presumida forma de expresión que emanaba Alberto cada vez que nos sentábamos a hacer ese revoltillo de ideas titulado "WAR OF DEMONS"

Olvidé mencionar que entré a Liceo a los doce años, empezaron las inscripciones, algo raro que realmente me agarró por sorpresa, era el liceo al que iba a ingresar (De donde vengo, se le dice Liceo a la secundaria, no sé cómo se le llama en otros países).

Se trataba de una institución privada de alto calibre (y no estoy exagerando, créanme que no estoy exagerando) que difícilmente mi papá podía pagar, por lo que no quería decepcionarlo como normalmente lo hago con... absolutamentetodo.

Mi padre Willy Flores, es un hombre de familia, alguien estricto, Alguien que básicamente se parte el lomo por traernos las tres comidas al día (y venezolano que lea esto, sabrá que solo hacer eso es realmente difícil) realmente comprendo que venga estresado de vez en vez de la calle. Después de trabajar, comprar la comida, taxiar, o cualquier otra cosa; sin mencionar que llega a cocinar si es necesario. Realmente lo admiro, Aunque realmente me lo haga muy difícil, ahí veo como no lo dejo caer de ese pedestal dorado que dice "El mejor papá del mundo".

Había que asistir a una evaluación de primer ingreso, en donde tenía que aprobar un examen escrito (algo así como la demostración de magia que Luz tuvo que aprobar para entrar a Hexside) estaba muy nervioso, no conocía a nadie y para colmo, todos eran mayores que yo (unos años mayores que yo)

Debo aclarar, no soy menor que el resto de mis compañeros de clases porque mi IQ sea avanzado o algo así. Nací en una fecha específica de marzo en donde estuve los primeros años de mi vida en "maternal" (o jardín de niños, no sé cómo se le diga en otros países) hasta los tres años, luego pasé de primer a tercer nivel por año (ahora tendría 6 años). Pasé de primer a sexto grado (ahora tendría 12 años) finalmente pasé de primer a quinto año (Aquí llegamos a los 17 años de edad).

Siempre creí que mi vida desde ese momento iba a ser un... ¿cómo decirlo?... infierno.

Pero a la final no era nada del otro mundo. Clases más difíciles, sí; Gente que no conozco, sí; laimpotenciaydepresiónquemecarcomíanhastaloprofundodemiconcienciaesperandoquealguienmesalveaunquesabíaqueesnoibapasar... eso también.

Pero poco a poco fui conociendo gente que jamás esperaría poder conocer en un ambiente escolar... gente buena.

Con el periodo de dos años en el liceo debo recordar que en este momento todavía Alberto seguía conmigo... hasta que cumplí catorce y ya se saben esa parte.

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Para segundo año de liceo, no era más que un rarito que se sentaba en el rincón del salón a garabatear en su cuaderno. Eventualmente pasaba el típico im... imbécil, a decir cosas cómo "Hey, ¿hazme ahí a Goku he? Jeje jeje" (que se note en el tono más idiota que se sepan.

Dibujos Adrián F.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora