Dibujos Adrián F.

Garabatos incompletos-Primera parte.

Ya saben lo que viene. Por aquí voy a reprochar todas mis frustraciones y lágrimas secas, por lo que si estás interesado en ver otro deprimente capítulo de mi vida, me gustaría agradecerte. Lo más probable es que seas otra persona que tiene una cuenta en Wattpad, pero alguien que se toma su limitado tiempo en la tierra para saber un poquito sobre mí. Es alguien quien le estrecharía la mano aunque me tiemble el pulso. Esto es lo que la gente llama dicha?... así parece...

Ya saben cómo es esto, si quieren solo ver el dibujo, aunque la portada diga que son solo garabatos, vallen directo al final porque aquí hay mucho texto innecesario.

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Los días en el liceo pasaban leeeeeentamente, mejor dicho, me aburría larga y constantemente. Por alguna razón no me entendía, incluso si tuviera a mi versión de 14 años frente a mí, realmente no podría describir del todo la manera de pensar de ese pasado yo...

Aunque podemos resumirlo en una fase............ Emo.

Me habían dicho que la palabra "adolescencia" proviene de la palabra "adolecer", dolencia o dolor. Básicamente, una etapa conflictiva de la vida en la que te sientes como un total pedazo de mierda (perdón la palabra, pero así es).

De ser así, no solo tenía este vacío carcomiendo lo más profundo de mis días felices, sino que también tenía que soportar de los mil y un rumores que rondaban los pasillos de la institución, sin mencionar los innecesarios y sarcásticos saludos pasivo agresivos de gente a la que no le tenía el más mínimo interés en dirigirle la palabra.

Solo podía consolar mi sentido de aprobación a base de los múltiples garabatos y variantes al Anime plasmados en mis cuadernos y hojas de máquina (hojas completamente blancas para el que no entendió).

No todo era depresión, también tuve en mi cabeza lo que la gente normal llama... ¿cómo decirlo?... cruhs. Ahípasabacadamíserodíaaguantandoesoscondenadospensamientoscochinosenunalápidadepiedraalcualesperabaquejamásletocaraunrayodesol... ya saben lo típico.

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Olvidé mencionar que desde que Alberto partió, compartimos contacto por vía telefónica (¿qué? ¿de verdad creían que no pasamos números de teléfono?) Claro que él no tenía teléfono... y yo tampoco.

Alberto fue llamando a mi casa a un número distinto por semana, luego una llamada cada tres semanas, una llamada al mes, luego una llamada cada tres a cuatro meses... y finalmente... y sencillamente dejaron de llegar.

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Volviendo a los días del liceo, era un anormal. Y cuando creía que no encajaría con el resto, ya me estaba haciendo la idea de que mis días de liceo sería iguales a los de la escuela. Sólo y con solo un amigo que solo podía ver después de salir de esas cuatro paredes que me encerraba en una jaula llamada "rincón antisocial".

Los trabajos grupales eran la oportunidad perfecta para conocer a tus compañeros de clases: género musical favorito, cómo mata el tiempo libre, preferencias sexuales... sip, esa última nunca pasaba desapercibida por razones que aún no llego a comprender, como si fuera un tema x como decían por ahí.

Ni más que poder aguantarme un sin número de diferentes personalidades y triviales temas de conversación asociados al deporte futbolístico de la institución y Reggetón en general (bah, que asco) empezaba a reconocer, o al menos a pensar, que mi grupo de estudio se conformaba de miembros machistas, ignorantes, flojos y demás variantes o combinación de los ya mencionados.

NADA DE ESO ME GUSTABA Y HASTA LA FECHA NO ME GUSTA.

Si me aceptaban abiertamente en su "fraternidad" era porque realmente era de los pocos que realmente hacía algo en los trabajos grupales. Por lo que en algunas ocasiones incluso llegaba a hacer todo yo solo...