Shinsou amaba a Denki desde los cinco años y Denki amaba a Shinsou desde los seis, nunca fue una amistad de mejores amigos.
Shinsou quería confesarse, arriesgarse a romper ese lazo de amistad que compartía con Denki, quería dejar de ser su mejor am...
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Denki amaba a Shinsou desde los seis años, desde que sintió como los labios del menor acariciaban asustadamente los suyos junto a unos ojos de terror.
Había sido un accidente, un patoso accidente provocado por los brabucones que siempre molestaban a su amigo.
"Amigo"
A Kaminari no le gustaba ese nombre si iba dirigido hacía Hitoshi Shinsou, no le quedaba, no le encajaba más bien.
Tampoco le gustaba llamarlo Shinsou, era muy formal, prefería Toshi.
Su Toshi...
Al rubio le gustaba como sonaba, sonaba lindo y tierno, y si se enfadaba solo tendría que decir su nombre y listo, tendría toda la atención del pelimorado dirigida solo para él.
Por qué así quería que fuera siempre, Denki quería que los ojos del pelimorado siempre lo vieran a él.
Era un tanto infantil pensar que él solo sería su único amigo hasta que fueran un par de viejitos, con el paso del tiempo comprendió que eso no podía ser así. Además al rubio le encantaba ver esas sonrisas que su actual "squad" lograba sacarle raramente.
Esas sonrisas que tanto amaba y que soñaba por ver hasta en su último suspiro, muy triste pero cierto.
Amaba sus sonrisas, sus ojos, sus oyuelos, sus ojeras...
¡Dios sus ojeras! eran lo más perfecto que el tenía, bueno... no lo más perfecto pero si lo más sexy.
En conclusión Denki amaba todo de Shinsou Hitoshi y mejor aún, lo amaba a él. En secreto, todo eso era solo un secreto.
Por qué estaba mal, y no, no estaba mal por qué Shinsou fuera un hombre, eso le daba completamente igual al rubio. Estaba mal por qué era su mejor amigo desde los cuatro años, por eso estaba mal.
Habían crecido juntos, prácticamente Shinsou lo vería como un hermano más que como su mejor amigo, y menos como un novio. Esa palabra seguro que ni se le pasaría por la cabeza a su querido "amigo" o eso pensaba Denki.
Era muy gracioso, ya que los dos se gustaban, pero era un secreto.
Por eso Kaminari Denki llevaba dos horas llorando, con mocos incluidos y obviamente no podía faltar su taron extra grande de helado de chocolate.
A su amigo le gustaba alguien, alguien que seguramente no era él, por qué... ¿quien se iba a enamorar de un estúpido y cabeza hueca como Kaminari Denki?
Nadie.... excepto la persona por la cuál lloraba.
- ¡Le g..us...ta alguien!-grito- y ese alguien no soy yo Sero.... ¿¡entiendes lo que es eso!?
