Epilogo - Libres.

240 33 38
                                    

Cansada.

Es el conjunto de letras que puede describir a la perfección como siente después de recibir todas las cosas que tiene que hacer en desde su primer día de estadía.

Suelta un suspiro mientras mete su mano en el interior de su armario en busca de un abrigo y su par de calzado.

Estaba tan acostumbrada a la cultura en Corea que cayó como un golpe duro directo a su estómago que las cosas por lo menos aqui, eran totalmente diferentes, era un nivel totalmente distinto a lo que la tenía acostumbrada el continente asiático.

Y no es que fuera algo negativo sino todo lo contrario, le encantaba la manera que envolvía la amabilidad y mentalidad abierta que se tenía, incluso podría decirse que se sentía con más comodidad viviendo aqui estos meses lejos de los estándares que tenía su país de origen.

Podía sentirme finalmente cómoda de ser ella misma.

Sin embargo no todo podría ser color de rosas, ser aceptada en unas de las mejores universidades del mundo, bueno eso provocaba conocer de la manera más dura el motivo por el cual tenía ese título.

Y lo estaba experimentado en carne propia.

A finales de sus semanas de exámenes departamentales, con dos horas y media de sueño durante todas estas y con su cuerpo siendo en estos instantes más cafeína que agua.

Claro que lo estaba experimentando Seungwan.

Mira su reloj de pulsera, tiene tiempo suficiente para ir a la cafetería de la universidad para ir por un café, sabe que lo necesita con urgencia si quiere rendir todo el día.

El único consuelo que le queda a la castaña, es saber que hoy fue su último examen departamental que presentaba y aunque de todas maneras le esperaba las toneladas de documentos que tenia que elaborar para los diferentes reportes de laboratorio junto con su seminario.

Podría decirse que ya era lo suficientemente libre para darse el lujo de tomar su bebida junto con su añorado pastelillo de naranja para tener un poco de tranquilidad antes de volver a encerrarse en la biblioteca central.



Suspira.


Son las nueve en punto cuando Seungwan sale por la puerta de su departamento y la cierra detrás de ella, baja con tranquilidad las escaleras para salir finalmente la puerta principal del edificio, sintiendo al instante el aire fresco de otoño comenzaba azotar por todo su rostro mientras tarareando sigue su recorrido para llegar al establecimiento.

Podía observar a la gente caminar a su lado totalmente apresurados y absortos de su aldredor, era algo común de mirar en el campus y sobretodo ahora en estas últimas semanas.

Llega finalmente al edificio y mira como encima de el se encontraba el letrero "Last love", un curioso nombre para ser una cafetería universitaria considera la castaña mientras se adentra a esta.

"Un café mocha blanco con leche de almendra, espresso extra y un panecillo de naranja por favor" dice de manera automática Seungwan regalándole una sonrisa cortes al mesero, estos últimos meses había sido una cliente habitual del establecimiento, ya que a su consideración era la única que tenía un buen café sin estafar al cliente con el precio.


Suspira.


Lo único que quería hacer en estos instantes era terminar una parte de esos infames reportes y poder conciliar el sueño por más de tres horas sin tener esa sensación en el pecho de ser torturada infernalmente mientras intenta concentrarte para aprender un sin fin de fórmulas que se ocupan Utnianos en Física I.

Listas para amar| wenrene/wenjoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora