One-Shot Song -- Enhypen♡

SungSun - At My Worst

Park Sunghoon de 19 años, estaba nervioso, demasiado, y cómo no estarlo si estaba por declararse al chico que siempre le gustó, aquel que era su mejor amigo por 7 años y por el que estuvo enamorado 3 de ellos.

-Yo puedo... yo puedo...- se repetía mientras daba vueltas en la entrada de la escuela.

Kim Sunoo, así se llamaba su amigo de 17 años, con su pelo rubio y esa hermosa sonrisa que de un día a otro lo flecharon.

Estaba tan orgulloso de él, cuando lo conoció era tímido en extremo y no se atrevía a hacer nada de lo que quería hacer, pero progresó con algo de ayuda y ahora era tan abierto a todo y a todos.

Era 14 de febrero, hoy era el día perfecto... talvez.

-¡Hoonie!- llamó Sunoo desde la otra esquina para que su amigo lo mirara.

-S-Sunoo- guardó ese chocolate que tenía en su bolsillo.

-¿Tengo algo en el rostro o por qué me miras tanto?- Sunoo bromeó pero Sunghoon seguía algo quieto -¿te gusto o qué?- rió.

-¿Qué?- rió nerviosamente mirando hacia otro lado -Vamos, entremos- lo jaló del brazo hacia dentro de la escuela -¿Qué crees que hayan preparado los maestros este año?- preguntó el mayor mandando su castaño pelo hacia atrás.

-Meh, supongo que lo mismo que otros años- Sunoo elevó sus hombros en signo de desinterés.

Los maestros organizaban un pequeño evento cada año, una excusa más para no pasar clases por un día, un día donde los alumnos venían, obligatoriamente, hasta la escuela y se les entregaba una canasta a cada uno para que lo ponga en su escritorio para que el o la que gustaba de ese estudiante coloque una carta, un chocolate, una rosa o algo anónimamente... aunque también si era valiente, podía colocar su nombre en el regalo, y al final de la jornada recogían las canastas para levantar los regalos.

-¿Trajiste algo para alguien?- Sunghoon preguntó.

-Pues no, pero si cambio de opinión igual venden chocolates ahí- señaló un puesto que tenían los estudiantes de pre-promoción, chocolates que vendían para recaudar fondos. -Y tú ¿trajiste algo?

-Yo-- Sunoo no lo dejó terminar.

-Vamos, te conozco hace 7 años, no por nada estás nervioso- lo codeó -Dime, ¿quién es?

-Odio que me conozcas así de bien- lo rodeó por el hombro.

Aunque también amo eso.

-Dime, dime.

-Es...- ¿debería decirle directamente que es él?... nah- es una persona, que tiene una muy linda sonrisa.

-Okey... y eso nos resume al planeta entero- caminaba a su lado. -¿lo conozco?

-Sip, lo conoces bien.

Porque eres tú.

-Tiene unos ojos realmente hermosos... y sus manos son tan hermosas al igual que sus mejillas.

-Wow, si que te gusta, nunca hablas así de nadie.

-Hace tiempo que me gusta, no, me encanta- suspiró -es bajito, más o menos de tu altura.

-¡Hey! Yo no soy bajito- abultó sus labios.

-Ay ajá.

Sunoo solo le sacó la lengua en un muy maduro acto de un adolecente de 17 años.

-¿Sabes?- Sunoo habló -Sé que mis expectativas son altas... muy altas, pero si quisiera a ese chico perfecto que haría lo que sea por mí, generoso y considerado con todos, ese deportista que tiene un cuerpo bien formado y que siempre es detallista, romántico y no es tímido, que mueva cielo y tierra por mi y.... Y me quedaré solo por el resto de mi vida...

-¿A qué te refieres?- Sunghoon rió -no hay alguien perfecto, pero hay muchas personas que moverían cielo y tierra por tenerte como novio.

Como yo.

-Nah, no te creo.

.

.

-Este año hay más cartas de lo usual- Sunoo habló.

-Porque cada año te haces más popular, duh- Sunghoon respondió con obviedad.

Estaban recogiendo las canastas, no había canastas vacías, todas tenían al menos 2 o más regalos.

-Sunghoon... no entregaste tu chocolate- Sunoo lo miró.

-Ah... pues me arrepentí- no era verdad, quería dárselo él mismo.

-¿Qué? Pero si eres guapo, inteligente, alto y vamos, eres Park Sunghoon, ¿quién se atrevería a rechazarte? Yo no lo haría.

-Oh...- tenía esperanzas de que así sea.

Caminaban hasta la salida, al menos hasta que Sunghoon se detuvo.

-¿Pasa algo?- preguntó el rubio.

-Escuché que organizaron algo en la azotea ¿quieres ir a ver un momento?- ya no había marcha atrás.

-¿Ah, si? Pues vamos- lo sostuvo del brazo y se dejó guiar por el castaño.

Pero en la azotea no había nada, solo las flores que sembraban ahí, flores bonitas y bien cuidadas que eran del club de jardinería.

-Creo que te mintieron porque aquí no hay nada- Sunoo miraba alrededor.

-Sunoo...- Sunghoon sacó ese chocolate, bueno, cajita de bombones de chocomenta, de su bolsillo.

-¿Pasa algo?- lo miró con una sonrisa, se veía aún más hermoso.

-¿Recuerdas que te dije que a la persona que me gustaba lo conocías bien?

-Sip.

-¿Recuerdas que te dije que tenía una hermosa sonrisa?

-Sip.

-¿Recuerdas que te dije que sus ojos son bellísimos?

-Sip.

-¿Recuerdas... que te dije que eras tú?

-Si-- cortó sus palabras -¿Qué?

-No soy el chico perfecto que sé que quieres, no tengo un cuerpo bien trabajado, no soy deportista, lo dejé hace un año, soy tímido y algo callado... pero te juro que me haces más feliz que cualquier persona en el mundo, que pelearía por tí cuando sea necesario y movería cielo y tierra solamente para ver tu sonrisa- le ofreció esa cajita de chocolates. -Sé que no soy la persona que te mereces, pero no estoy dispuesto a renunciar a ti... si no quieres solo puedes decírmelo y--

-¡Esperé 2 años por esto!- Sunoo se abalanzó hacia él -¡Sí! ¡Claro que quiero! ¿Cómo no voy a querer?- lo miró -tú eres ese chico perfecto, siempre lo fuiste.

Sunghoon se sentía tan feliz, arriesgarse a veces es bueno.

-Daría mi corazón por ti- Sunghoon envolvió su cintura con sus brazos -Me quedaré a tu lado... aún cuando me pidas que me vaya.

-Nunca lo haría- lo miró a los ojos.

Sus miradas conectaron, sus almas se encontraron al igual que sus manos y se unieron a la par y en medio de toda esa euforia y felicidad, sus labios conectaron creando una chispa inigualable en todo el universo.

-Me encantas- Sunghoon habló cuando se separaron por unos dos cortos segundos.

Los finales felices... sí existen después de todo.

Cami~