Ya llevaban cuatro años de relación, era hora de dar el siguiente paso junto a su querida T/N. Así que, con el permiso de ambos padres y muchos ahorros de parte de ambos, terminaron alquilando un apartamento en la ciudad. La vista era hermosa, un barrio seguro, comida más que suficiente, agua caliente, Internet y un pequeño parque cerca que tenía una cancha de volleyball. ¿Podrían a caso pedir más?
Bueno, quizá una cama un poco más grande, pero no les molestaba en lo más mínimo estar tan cerca del que amaban.
Su relación comenzó en su tercer año de Karasuno, se habían conocido en segundo cuando entró la peli(T/C). Quedó maravillosa con aquel azabache, así como él se enamoró profundamente de ella. Sobra decir que Hinata fue quien impulsó a Kageyama para declararse a la chica. Y vaya que quiso abrazar a Hinata después de aquella confesión, ya que la chica aceptó gustosa los sentimientos del armador.
Fue así que comenzaron una historia juntos, una que llegaría tan lejos que ahora vivían juntos gracias a los ahorros de ambos.
Sin embargo, Tobio había estado más inquieto últimamente y su pareja, lo notó.
Dentro de poco tendría un partido importante, un reencuentro junto al Karasuno cuando Kageyama estaba en primero y, evidentemente, el azabache estaba ansioso. Estaba más feliz que de costumbre, incluso había empezado a practicar su sonrisa en las mañanas para cuando ganase aquel partido.
Su novia no podía estar más feliz por él. Se podía decir que ella era su fan número uno, y eso, a pesar de que él a veces no lo decía, lo hacía sentir especial.
Aquella noche te recostaste entre las cómodas sábanas mientras veías como la luz del baño estaba encendida.
Tobio estaba ahí, sonriéndole al espejo como se había vuelto costumbre.Tú, mientras tanto, te encontrabas leyendo un libro en la cama mientras tomabas un poco de té. Tranquilidad y felicidad eran las simples palabras para definir tu vida junto a Tobio. O eso era, hasta que escuchaste un suspiro por parte del susodicho, proveniente del cuarto de baño.
— ¿Qué tienes? —Preguntaste bajando tu libro y regresando la mirada al cuarto.
— ¿Podrías venir un momento? Necesito tu ayuda.
— Claro. —Te levantaste dejando tu taza en el velador y el libro en las sábanas— ¿Qué sucede? —Rascaste tu cabeza, mirando con curiosidad a Tobio.
— Mi sonrisa es un desastre... —Murmuró tristemente.
— Hey... ¿Por qué dices eso? Tu sonrisa es preciosa. —Hablaste con sinceridad.
— ¿Me ayudarías? Dijeron que querían tomar una foto en equipo, y no quiero arruinarla.
Lo miraste con una pequeña expresión de tristeza y colocaste tus manos en sus mejillas.
— No la arruinarías, cariño. No digas eso...
— Odio mi sonrisa...
— Venga, no digas eso. —Hiciste que te mirara— ¿Hay algún momento en el que te guste tu sonrisa?
— Supongo que cuando no es forzado, cuando sonrió cuando te veo, o cuando anoto un punto.
— ¿Cuándo me ves?
Él asintió con una pequeña risa sincera.
— Siempre que te veo me es inevitable sonreír.
— Bueno, entonces, deja de fingir esa sonrisa. Tengo un plan.
— Aunque cuando de tu boca sale la palabra "Plan", es realmente aterrador.
[...]
— Bueno... ¡Sonrían! —Gritó el camarógrafo.
Había llegado el momento, el momento de sonreír, uno de los únicos momentos que no podía arruinar. Esperaba ansioso la acción de su novia que le prometía una sonrisa genuina.
— 3, 2 — Comenzó a contar el camarógrafo, haciendo la cuenta regresiva. Tobio se había desesperado y sonrió como buenamente pudo. Sin embargo, en aquel milisegundo donde el camarógrafo hizo la pausa dramática para llegar al uno, abriste la puerta del gimnasio haciendo que Tobio sonriera de alivio al verte.
[...]
— Había mucha gente en las escaleras, no pude llegar a tiempo, perdóname, Tobio. —Dijiste.
Tu plan había sido bajar cuando terminara el partido y quedarte detrás del camarógrafo para hacer sentir seguro a Tobio cuando sonriera. Sin embargo, tu altura no fue la suficiente como para hacerte notar en la multitud, haciendo que toda la gente que salía del gimnasio la empujara casi hasta la salida del lugar.
— En serio lo siento. —Le dijiste a Tobio.
— No te preocupes, cariño. Después de todo, no es la primera vez que arruino una foto en grupo.
Suspiraste cabizbaja, te sentías realmente mal. Fue entonces cuando Tobio te abrazó.
— Pero aprecio tu intento, gracias.
Ambos esperaron a que llegase la foto, tú te sentías fatal por no haber llegado a tiempo habiéndole prometido a Tobio una buena solución. Pero no fue el caso.
Kageyama simplemente aceptó que su sonrisa era terrible. Cosa que te hacía sentir mucho peor.
[...]
— ¡T/NNNN! ¡T/N! ¡T/N! ¡Cielo, baja! ¡Rápido! —Gritó Tobio desde el primer piso.
Te alteraste mucho, Tobio era algo gritón algunas veces, pero jamás de esta manera. Bajaste corriendo las escaleras, esperando por el peor escenario posible. Fue ahí, que viste a Tobio dándonde la espalda, parecía tener algo en sus manos.
— ¡¿Q-qué sucede?! —Preguntaste— ¡¿Estás bien?!
Kageyama se giró lentamente, tenía la foto en sus manos y una gran sonrisa en su rostro, era la misma sonrisa que tenía en aquel pedazo de papel.
— ¡Mira! —Gritó de una manera emocionada y los ojitos llenos de brillo.
Tobio había salido en la foto perfectamente, con una sonrisa en los labios totalmente genuina, e incluso, parecía que había estado mirando a la cámara.
Tu novio te abrazó fuertemente aún con la foto en su mano, comenzando a besar toda tu cabeza y frente repetidas veces.
— Gracias. —Dijo, sonriente.
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❥•;;Kageyama Tobio;; One Shots
FanficOne-Shots sobre mi personaje favorito en todo Haikyuu!!