Capítulo 2

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Después de un largo rato lograste mirar a lo lejos a tu pequeño hermano el cual venía corriendo hacia a ti con una sonrisa en su rostro.

-Ne-san!- grito emocionado el pequeño mientras abría sus brazos para abrazarte mientras corría.

-haru-dijiste algo aliviada ya que te habías preocupado al ver que tardaron en llegar

El ojivioleta volteo a verlos viendo el amor de hermanos que tenían mutuamente, el cual inconscientemente soltó una risita al ver cómo ambos cayeron debido al abrazo.

-haru-san debería descansar- dijo el hombre mayor mientras esté se metía en aquella pequeña finca.

-Te cansaste?- lo miraste curiosa mientras veía como se empezaba a acostar en ti

En eso giyuu paso cerca tuyo.

-El se la paso buscando la planta de la que nos hablo urokodaki- mientras el azabache se agachó para abrazarlo y llevarlo a su futón. -deberias de dejar a tu hermana descansar, recuerda que ella está herida-

Tu solo miraste como estos tres hombres ya se habían metido debido a que ya empezaba a hacer algo de frío, estornudaste debido a que ya empezabas a inhalar aquel viento helado.

-deberiamos de entrar- dijo el pelidurazno mientras se paraba y te extendía la mano para que te levantaras -Vamos, si nos quedamos aquí nos vamos a enfermar los dos-

Aceptaste su ayuda y ambos caminaron hacia lo que sería el comedor, dónde viste como urokodaki preparaba tu medicina.

-tomatela, esto te ayudará a sanar más rápido tus heridas y a qué tengas mejores defensas- dijo urokodaki mientras te daba la bebida.

Al principio desconfíaste dado que apenas los conocías, pero luego pensaste "si mi hermano convivio con ellos durante dos semanas, no creo que me vayan a hacer daño" así que te tomaste tu bebida de una para no "sufrir" por el mal sabor que supuestamente tu tendría aquella medicina, pero para tu sorpresa este te sabía muy bueno.

Tus ojos brillaron, realmente te había gustado aquella medicina, por otro lado sabito y giyuu te miraban sorprendidos ya que ellos ya habían probado aquella medicina y realmente la detestaban.

-Realmente te gustó la medicina?- pregunto giyuu un tanto curioso.

-Es la mejor medicina que eh probado en mi corta vida- fue lo único que dijiste mientras hibas a pedirle más al mayor de la finca.

-realmente es muy rara-

-jamas pensé que a alguien le hiba a gustar eso, supongo que es cuestión de gustos no- el ojiazul miro a sabito con una mirada muy curiosa esperando su respuesta.

-Tienes razón giyuu, solo me sorprende que todavía vaya a pedirle más medicina al urokodaki-san-

Por otro lado vistes como urokodaki acomodaba a tu hermano en el futón, este volteo y te vio a ti con el vaso en tus manos.

-me gustaría tomar más medicina, si no es molestia- hiciste una reverencia

-No ahy problema, de echo si tomas más te hará más bien- aquel hombre se dirija al comedor para darte más de esa medicina que tanto te había encantado.

-si!- hiciste un pequeño festejo mientras caminabas detrás del hombre.

Cada vez los hombres se sorprendían al ver cómo literalmente te habías tomado 5 vasos de aquella medicina, quedaste satisfecha y con mucho sueño.

Después de haber recogido todos se fueron a acostar, tu hibas a un pequeño cuarto en el cual se encontraba tu hermano, te sentías un tanto mejor ya que apesar de ser el primer día de convivir con esas personas, pensaste que te llevarías bien con ellos.

ᴜɴᴀ ᴜ́ʟᴛɪᴍᴀ ᴠᴇᴢ   [❀ 𝒔𝒂𝒃𝒊𝒕𝒐 𝒙 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂 ❀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora