Polaris (Bleach y tú)

0. Prólogo: Polaris

++__++__++

«¿Por qué?», Se preguntaba ella

Mirando al cielo. Una chica de unos 15 años, con el cabello corto de color _____ mantenía una expresión indiferente pero llena de tranquilidad.

Su cuerpo permanecía inmóvil, flotando en una pequeña laguna con pasto y con los brazos extendidos a los lados.

El día era hermoso: con un sol tranquilo y el viento soplando suavemente. Agitando todo el pasto y flores que había en aquel lugar.

Físicamente ella estaba ahí, pero sus pensamientos estaban en otro lugar. Un lugar que ella ni siquiera sabía.

¿Cómo había llegado ahí?

Todo había pasado demasiado rápido en cuestión de casi 2 meses.
Su vida era normal, sin emoción y mundana. Sin embargo,  después de llegar a esa ciudad, su visda se transformó, se volvió emocionante, divertida y... diferente.

«Diferente», Pensó la joven

Esa palabra la describía perfectamente desde su infancia. Ya que jamás había sido como los demás. Esto no era muy halagador para ella.

«Eres rara», Decían todos

Esas eran las palabras con la que muchisima gente etiquetaba a la chica. Parecía que eso no le afectaba, pues conforme pasaba el tiempo y ella crecía, se le hizo costumbre que todos dijeran lo mismo de ella.

—¿Qué hago aquí? —Dijo ella sin desviar su mirada del cielo

Al parecer no recordaba el porqué estaba ahí o el cómo había llegado. Pero sin duda alguna le encantaba estar en ese lugar. Le transmitía una inmensa paz y tranquilidad.

Aquel lugar poseía el cielo azul hermoso que había en su hogar natal, sobretodo cuando el verano llegaba.
Amaba esa estación del año, además de que es la temporada cuando llega su cumpleaños.

Esas fueron las primeras cosas que recuerdaba: su pasado, su hogar, el verano y su cumpleaños. Pero... ¿Por qué no recordaba nada más de eso?
Decide levantarse para mirar alrededor, en búsqueda de que alguien más estuviera ahí. Pero fue en vano.

¿Será que estaba perdida? Probablemente lo estaba, pero no sabía por qué o cómo.
Mira hacia la derecha. Al fondo había una pequeña laguna. Donde provenían unos extraños ruidos.

La muchacha se acerca hacia la laguna. No había nada
Se desanimó, sin embargo, espero unos cuantos momentos y lo vio.
En la superficie se reflejaban imágenes de su vida como si de una película se tratase.

«¿Acaso esa soy yo?», pensó la joven asombrada

Se veía a sí misma con una espada en mano, luchando contra un hombre de cabello castaño. En los ojos de aquel hombre había una terrible maldad y sed de poder.
La joven sintió una presión en el pecho. La presencia de ese hombre no sólo le causaba enojo sino que también miedo.

No obstante, estos sentimientos se desvanecieron cuando vio que un chico de cabellos anaranjados apareció delante de ella.
Al ver la imagen de ese joven, la chica recordó algo nuevo: Amaba ese color.
El anaranjado era uno de sus colores favoritos, pero no sabía la razón, simplemente recuerda que ama ese color.

—Atardecer. Susurró la chica

Después de aquellas palabras todo a su alrededor quedó en silencio.
De pronto, escuchó como si algo cayera al agua.
Volteó hacia atrás y vio cómo en el agua yacía una placa de madera. La muchacha se acerca y levanta el objeto para mirarlo de cerca.

—Quizás te preguntes qué haces aquí, ¿No es verdad?

La joven voltea hacia el origen de aquella voz, era un hombre alto, piel clara, ojos dorados, cabello azul eléctrico y con musculatura normal. Su vestimenta consistía en una camisa blanca y pantalones de vestir oscuros así como unos zapatos negros.