Polaris (Bleach y tú)

4. Cuaderno

Nara _____:

Es mi segundo día en mi nueva escuela, ayer conocí a Shintaro y Kurosaki-San, Shintaro era muy extrovertido, alegre y muy divertido, parece que puede adaptarse a nosotros.
La verdad me causó sorpresa que Kurosaki-San me preguntara cosas sobre mi, es algo raro, pero no me incomodó ni mucho menos me molestó.
Al llegar a mi salón, Kurosaki-San estaba ahí, decidí saludarlo, ya que nos conocíamos.

—Buenos días, _____—
—Eh, Buenos días, Kurosaki-San—
—No necesitas ser formal, sólo dime Ichigo—
—Pero, sería una falta de respeto—
—Insisto, a veces está bien relajarte y no ser tan formal— Era extraño, el tono de Kurosaki-San era suave y amable
—Si tu lo dices, está bien— Asentí levemente y encogí los hombros
—Muy bien, chicos, otro nuevo estudiante de intercambio ha llegado— Todos fueron a sus lugares cuando la profesora llegó

Se presentó un chico con cabello rubio y en forma de hongo, se llamaba Hirako Shinji, su nombre se me hacía familiar, pero no logro recordar dónde lo he oído.
Después de presentarse, Hirako se sienta adelante de mi.

—Así que ustedes son son mis vecinos, es un gusto, Kurosaki-Kun, _____-Chan, ojalá seamos buenos amigos— Me dice Hirako con una sonrisa extraña
—Si, igualmente— Respondí en tono serio, manteniendome al margen

Aquel segundo día terminó después de todas las clases, todos se fueron a casa, más tarde mis amigos irían a mi casa para adelantar el proyecto grupal.
Fue así como decidí pasar toda la tarde limpiando el sótano de mi casa.

—Iugh, hay mucho polvo aquí— Me puse un cubrebocas y guantes, había tanto polvo que me haría estornudar

Empecé a limpiar el espacio poco a poco, en todos los rincones posibles.
Deseaba no encontrarme con ninguna araña, les tenía fobia desde hace ya muchos años. No me extrañaba que aquel lugar estuviera lleno de polvo, ya habían pasado 10 años que no venía aquí, no recuerdo muchas de las cosas que había vivido en ésta ciudad.
Mis pensamientos se desvanecieron cuando encontré una caja oculta en lo alto de una de las repisas. Tomé una silla y me subí para alcanzar la caja, la tomé y bajé al suelo.

—¿Qué es ésto?— Me pregunté limpiando la caja y dejándola a un lado

Una hora después, terminé de limpiar, el sótano ya estaba impecable y sin nada de polvo.
Decidí quitarme el cubrebocas y los guantes para tirarlos.

—Bien, ya está limpio— En eso el timbre suena —Ya voy—

No olvido la caja y me la llevo, así que subí a la planta baja, cerrando la puerta del sótano.
Puse la caja en el comedor y fui a abrir la puerta.

—Hola, venimos a hacer tarea— Se adelanta en decir Tatsuya
—Ya casi se me olvidaba lo del proyecto  (¯ . ¯٥)— Dije apenada, por poco y se me olvidaba hacer el proyecto con mis amigos
—A ti todo se te olvida (￣_￣)・・・— Suspira Tsubomi mirándome, no le sorprende que a mi se me olviden las cosas

Los 8 se acomodan en el suelo, formando un círculo, pero antes, decidí que era tiempo de mostrarles mi descubrimiento.

—Necesito mostrarles algo antes de hacer el proyecto— Tomé la caja que estaba en el comedor y la llevé con ellos —Encontré ésta caja en el sótano—
—¿Qué contiene?— Pregunta Yuuki incrédula mientras sacudía la caja
—No tengo idea— Encogí los hombros
—Hay que averiguarlo— Aiko toma una navaja pequeña y corta la cinta adhesiva

Abrimos la caja y encontramos muchas placas con una calavera en ellos, todos tomamos una de ellas y las miramos detenidamente.

—Son una especie de placas, pero... Son muy raras— Tsubomi tomó una y la observó
—¿Y si son diabólicas? (ㆆ﹏ㆆ)— Pregunta Sora con miedo
—Sora... Para ti, todo es diabólico (ಠ_ಠ)— Señala Hanabi
—Jaja, cierto, hasta el señor de los helados se le hace diabólico— Se burla Yousuke