XVII

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DETECTIVE GRANT.

Habían pasado tres días desde que fui asignado a este caso, se realizaron búsquedas en cada pulgada del Hospital Mental Wickendale y en todos sus alrededores y ni siquiera he podido encontrar una pizca de evidencia.

Mi equipo se mantuvo ocupado entrevistando a los pacientes y a los empleados que habían conocido a nuestros fugitivos.

Pero no nada de lo que habían encontrado me daba pistas de su paradero.

Hubo pruebas en alguna parte, sin embargo, eran indicios en otras ciudades lo cual era muy extraño porque no estaban en una cuidad cerca.

Yo sabía que los pacientes escaparon y se aseguraron de alejarse lo más que les fuese posible de Wickendale a pesar de que la Sra.Hellman insista en que están muertos.

Ellos estaban ahí fuera y conseguían estar cada vez más lejos. Era el momento de dar pasos más grandes para localizar a estos delincuentes y sacarlos de las calles.

Pero lo que podría ser aún más difícil que hacer su seguimiento, seria ubicar a la directora.

No había estado en su oficina.

Ella ya estaba demasiado involucrada en este caso para mi gusto, tener que darle a conocer todos los detalles no era para nada de mi agrado.

Por lo que sabía que ella estaba dirigiendo su propia caza.

"Disculpe, ¿dónde está la Sra. Hellman?" Le pregunté a uno de los guardias de seguridad que se encontraban manejando el pasillo.

"Creo que ella fue al baño, señor," dijo.

Refunfuñé un gracias y me dirigí hacia el patio de butacas. Era un rincón más de este lugar.

Y cuando me di la vuelta a la derecha me la encontré a ella. Se tambaleó un poco y luego me miró con irritación.

"Grant," me saludó en un tono no tan amigable. Así que no me disculpo.

"Sra. Hellman, la estaba buscando."

"¿Me estabas buscando ahora?" -preguntó en voz monótona, como si ya estuviera aburrida de la conversación.

"Sí. Tengo algo que decirle."

Ella me miró con expectación, pero todavía era algo indiferente.

"Hemos estado en esto durante varios días, en busca de los restos de los fugitivos. Nosotros no hemos llegado a nada."

"Pues deben seguir buscando", insistió. Ni siquiera había terminado mi declaración y ya se estaba interponiendo con su opinión. "El río, ¿Han buscado allí? Por supuesto que no si lo hubiesen hecho hubiesen encontrado sus restos."

"Linda," le dije, usando su primer nombre aun sabiendo que ella odia que la llamen así. "No estoy aquí para discutir esto con usted. Yo entiendo que esta es su institución, pero este es mi caso. En última instancia yo he realizado la supervisión de todas las búsquedas, y la decisión se ha hecho ya. Sólo he venido aquí para informarle de ello. "

Ella no pudo controlar lo que le dije, y podía darme cuenta de que no tenía la mínima intención de ocultar su desagrado para conmigo.

Yo había llegado rápidamente a descubrir que ella odiaba no tener el control, pero ella odiaba mostrar miedo o preocupación o cualquier tipo de debilidad que pudiera ponerla en una posición frágil.

"Y ¿Qué decisión fue esa?" Ella preguntó.

La miré a los ojos y le dije exactamente.

"Estamos corriendo la voz sobre los fugitivos. Para que la prensa, periódicos y emisoras de noticias se enteren que los tres fugitivos están vivos, y están en la carrera. Pronto todo el país estará buscándolos y no podrán escaparse por mucho más tiempo."

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