TRAICIÓN

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Ser traicionado por quien amas es doloroso, que el ser por el cual has dado todo se burle en tu cara duele. Era miserable, patético llorando en cada rincón por aquella asquerosa escena en la cual su corazón se rompió.

Encontrar a tu pareja, en tu casa con su amante, en tu propia cama y usando tus sábanas era denigrante, no, humillante porque ambos se rieron a su espalda. Lo peor de hallar esto, es enterarte que no solo llevaban tiempo haciéndolo, sino que todos sus amigos y conocidos lo sabían. Y no le dijeron nada, le vieron la cara de ingenuo.

La sonrisa que siempre se mantenía fuerte y decidida en su rostro, se desvaneció. Ya no era alegre, ya no estaba vivo. ¿Que hizo mal para que esto le sucediera? siempre fue buen novio, hizo todo lo posible por cuidar su relación. Pero al parecer él fue el único que luchó por lo que tenían.

Por ello cuando el tiempo pasó y el perro vino pidiendo perdón, arrastrándose hasta sus pies por una nueva oportunidad... acepto. Jamás le verían de nuevo la cara, jamás. Nada de eso se quedaría así.

—¿Puedes... venir esta noche?

•••

—¿Steve? Steve cielo ya estoy en casa, ¡Y te traje una sorpresa! ¿Estás en la casa? ¿¡Por cierto de quién es el carro que está afuera!?

Llamo al rubio cuando entro a su hogar. Afuera estacionado en la acera, estaba una hermosa camioneta negra que no les pertenecía. Sus carros eran mejores. Camino por la sala dejando su saco de lado, vio extrañado un bolsito gris en uno de los muebles, eso tampoco era de ellos.

Noto que anteriormente la mesa estuvo puesta. Fue hasta la cocina hallando platos sucios en el fregadero, ollas llenas de comida y velas desgastadas. ¿Steve habrá planeado algo y se cansó de esperarle? no, llegó temprano, y él no le dijo nada sobre alguna cena especial.

—¿¡Steve estás en casa!?—llamo nuevamente sin recibir respuesta.

Se devolvió en sus pasos hacia la planta de arriba. Oía cosas raras como el... rechinar de una cama, el golpeteo en la pared y el chocar de pieles. Gemidos y jadeos salían de la habitación principal, osea, la que compartían desde siempre.

Abrió los ojos sorprendido, sintiéndose mal repentinamente. Abrir la puerta del cuarto fue su más grande error, soltó el ramo de flores y la cajita que traía en las manos.

—¿¡ROGERS QUE CARAJOS HACES!?—grito horrorizado. Los amantes en la cama pararon su rutina.

Steve respiraba errático, encima de un fornido hombre que apretaba sus caderas y besaba su cuello dándole placer. Sonrió al verlo.

—¡Tony! creí que volverías un poco más tarde, pensé que me darías algo de tiempo para terminar pero ya veo que no—rió acomodando su alborotado cabello.—Lo siento, en un momento nos acomodamos, Clark por favor, vístete y espérame en el auto.

El hombre de cabello negro y ojos claramente azules asintió saliendo de Steve, que gimió cayendo en la cama. Este se levantó y bajo la mirada estupefacta de Stark, se vistió y dejo un beso en los labios del rubio.

—Te espero abajo entonces, perdón. Con permiso—paso al lado del castaño y se fue.

Cogió su ropa interior y sus jeans, para también acomodarse.

—S–Steve... c–cómo... ¿Cómo pudiste hacerme esto?—lloro cayendo de rodillas. Eso... eso fue algo horrible y doloroso de ver.—Yo... yo...

—¿Yo que? Anthony. No seas ridículo por favor, te cogiste a Janet en nuestra puta cama enredados en mis putas sábanas, yo también debía darme mis gustos ¿Sabes?—rió al ver la cara de tragedia de su ex–novio. Así quería verlo, sufriendo como lo hizo él.—Eso es, esa es la cara que quería ver en ti, es la misma que puse yo cuando los vi.

Se acuclillo frente al castaño. Tomo la cajita mostrando su contenido, un anillo. Negó riendo. Coloco la caja sobre la cabeza de Tony que no se movía para nada.

—¡Pensé que me habías perdonado! ¡Que todo había quedado en el pasado como me prometiste! cometí un error Steve e hice de todo para enmendarlo, ¿¡Y tú me pagas con esto!? ¡Todos cometemos errores!—sollozo y le gritó provocando que la caja cayera y que el anillo rodará por el suelo.

—Así es, todos cometemos errores, pero tu... ¡Tú me destrozaste en cuerpo y alma! yo te quería Tony, ¡Y me escupiste en la cara!, jamás perdonaré la humillación que me hiciste pasar, y no sé cómo pretendías tu que yo perdonará todo lo que hiciste con esa perra ¡Todos lo sabían incluyendo tus padres!... solo me queda decir aquello que me dijiste ese día, la carne es débil Tony, la carne es débil.

Se levantó dejando al castaño destrozado tal y como él alguna vez estuvo en el suelo. Paso por su lado pisando las flores que le iba a regalar, antes de bajar escucho un agudo grito.

—¡Te odio con todo mi corazón Rogers!

Rió terminando de bajar las escaleras.

—Y yo más... Stark.

•••

😬🤐

«𝑇𝑜𝑥𝑖𝑐»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora