XV

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Al llegar a la barra pido otro trago y me siento mientras espero que el guapo barman lo prepare, estoy distraído observando al barman jugar con unas botellas, hasta que escucho que alguien me habla...

- Mierda... ya se arruino la fiesta – digo ignorándola

- Ten un poco de respeto mocoso, que soy tu madre – dice arrogante mientras se sienta a mi lado

- ¿Qué es lo que quiere señora? – pregunto recibiendo mi trago y sonriéndole al barman

- Quiero que dejes que tu hermano sea feliz – dice observándome fijo

- No me diga... ¿está preocupada por la felicidad de Brigth?  ¿Y dígame donde estuvo todos estos años cuando la necesito? – me burlo de ella tomando de mi trago – No le queda el papel de madre señora y no gaste su tiempo conmigo... vaya a venderle su papel a mi hermano él cree necesitarla – digo pidiendo otro trago

- Lo que tu pienses de mi me tiene sin cuidado; mocoso insolente – dice molesta

- Ya le dije, yo con usted no tengo nada de qué hablar – digo intentando pararme pero ella me detiene

- Escúchame bien... si hablo contigo es porque tendremos que convivir y no pienso aceptar tus desplantes de niño mimado – me aprieta fuertemente el brazo

- ¡Suélteme maldita sea!  ¿Qué no entiende que no quiero oírla?...usted no es más que una mujer fría y oportunista, ¿por qué le interesa tanto Brigth ahora?... ¿no será que necesita de él?... ¿acaso quiere aprovecharse de mi hermano para hacer surgir su mediocre carrera artística?- digo sintiendo una sonora bofetada en mi mejilla

- ¡Eres un insolente de mierda! – me grita furiosa y yo sonrió burlándome de ella

- Solo la trato como se merece señora...  ¡Aléjese de mi antes de que me olvide que es una maldita mujer! – le digo molesto y tomando de una el trago que me sirvió el barman

- No sabes cómo me arrepiento de haberte tenido maldito mocoso, por tu culpa no me pude librar antes del idiota de tu padre... ¡yo jamás quise tenerte! – suelta hiriente sus palabras de veneno

- Pues lastima ya es tarde para arrepentimientos... y le aseguro que este hijo despreciado que tiene hará de su vida una miseria me oyó... ni crea que dejaré que engañe a mi hermano con su papel de madre abnegada... de mi depende que Brigth vea la calaña de mujer que es... "señora" – digo ignorándola volviendo a sentarme y terminando otro trago.

- Veremos a quien le cree, si a su querida madre o al hermano que no le ha dado mas que problemas... porque solo para esos sirves mocoso... eres un inútil al igual que tu padre... que lo mejor que hizo por todos fue suicidarse – la escucho y rompo el vaso de licor en mi mano....

- ¡No hables de mi padre maldita zorra! – digo levantándome y amenazándola, siento que me toman del brazo evitando que me lance a matarla – ¡Usted no es nadie para hablar de él!... es una maldita que abandono a su amado hijo por el primero que le abrió las piernas... nunca ha sido ni será exitosa ¡porque nadie podría apreciar a una puta como usted! – grito furioso lanzándole su trago en el rostro y viendo su cara de asombro, siento que alguien me arrastra intentando alejarme de ella mientras la escucho gritar

- ¡Nunca debí haberte tenido maldito engendro! – y puedo oír los susurros al rededor  nuestro

- Pues si creía que Brigth no se enteraría de esto está muy equivocada, creo que se le cayó su teatrito señora – me burlo de ella antes de que me saquen del salón a la fuerza... Y me dejo llevar lejos de ahí, por unas manos que reconozco muy bien... sonrió mientras siento mi corazón romperse por todo lo que acabo de oír; a pesar de todo sus palabras si me duelen un poquito...

¡ Maldito Suppasit!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora