Las diferentes Tribus son tan diferentes que eso los hace pelear entre ellos. Raptor el príncipe de la Tribu del Fuego 🔥 y Sparta príncipe de la tribu del agua . se enamoraron? Lee y lo sabrás
la portada es 100% mía (créditos si la usan)
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Vaya, por qué rayos tienen que hacer una fiesta. La verdad es que con tanta gente es algo incómodo, y peor que sea desconocida.
Al parecer mi Tío se lo está tomando muy encerio. El traje que voy usar esta muy formal, consistía en pantalón azul rey, una camisa color blanco, un chaleco del mismo color que el pantalón, el suéter era de color azul rey y por último una máscara azul con algunos toques blancos.
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Vaya que a la gente le gusta exagerar. Al terminar de cambiarme entró mi hermano Víctor.
-Hola enano- el entró como si nada, y ahora se me estaba robando mi peine.
-al menos toca antes de entrar no?- pregunté, era más que claro que era muy arrogante.
-na, que más da... Igual que yo soy tu hermano, además que también un soldado- ya empieza con sus discursos
-si, si, como sea... Ya te puedes ir?- este si que no entiende, ya ha pasado antes y aún no aprende...
-tranquilo Sparta igual ya nos tenemos que presentar en el jardín de claveles blancos -se acercó a mi- al menos podrías peinarte decente?- el empezó a separar los cabellos que caían cerca de mis ojos, los puso detrás de mis orejas. Para al final pasar la peine con algo de humedad por este.
-perdón señor perfecto, ni que fuera a mi boda- contesté con ironía.
-no te aceleres, sabes que primero tienes que ser mayor de edad, pero eso no sustituye el hecho que Timba no lo haga antes- y así terminó de peinarme.
Victor salió de la habitación y yo solo me puse la masca para poder empezar el evento.
Estaba nervioso la última vez que habíamos tenido visitas fue cuando mamá murió, y de hecho ni siquiera fue en nuestro reino.
Bueno solo intente ser positivo, el reino de Rubí no fue invitado así que nada puede salir mal está vez, no?
Con mis nervios más controlados caminé por el pasillo que daba al jardín. Me paré a unos sentimientos de la puerta, di un suspiro y entré.
Los guardias abrieron las puertas y las personas más cercanas a la puerta me vieron, saludaron y volvieron a sus asuntos.
Caminé hasta donde estaba mi Tío Rubén con Ramón.
-Tío Rubén, puedo empezarte a llamar papá?... Es que eres como un padre para mí... Solo si- me interrumpió.
-la verdad es un honor, la verdad no importa como me llames- el sonrió.
-gracias- lo abrazé.
El correspondió al abrazo. Cuando estábamos por seguir charlando Victor vino y le dijo a mi padre que ya estaba casi listo para empezar.
