3

242 19 0
                                    

Al día siguiente

Jennie se levanta por los grandes rayos de luz que pegaban contra sus ojos, está abrió sus ojos lentamente para después de unos segundos tapar los rayos de luz con sus manos, se levantó con su cara adormilada, sus ojeras se notaban demasiado total solo había dormido después de 4 días y solo fueron 3 horas.

Miro su muñeca al recordar lo que había echo ayer, no se impresionó ni hizo ningúna otra expresión, su cara mantenía sin expresión mientras su mirada se perdía en aquellos profundos cortes.

¿Qué pasaba por la mente de la castaña?

Ni ella misma sabía que era lo que pasaba por su pequeña mente.
cada día que pasaba la castaña cambiaba drásticamente, simplemente ya no había ni una pequeña pizca de felicidad en su alma, ya estaba llegando a su límite y nadie la ayudaba ¿Por qué? Nadie sabe por qué.

No tuvo de otra que cambiar su ropa y peinar un poco su cabello ¿Por qué se organizaba si total nadie le prestaría atención a su simple presencia? No tenía respuesta aquella pregunta.

Sin más agarro su mochila y se dirigió a la universidad y como siempre nadie se había dado cuenta que estaba en el salón, se dirigió a su puesto y se sentó, su cabeza permanecía agachada, su mirada estaba perdida como siempre, el maestro llegó y comenzó a dar su clase como siempre, ni sus propias "amigas" la habían saludado.

Las clases pasaron y tocaron el timbre para la hora de comer, todos salieron como siempre corriendo afuera del aula ¿Por qué se alegraban al salir? O más bien ¿Por qué yo no sentía esa felicidad de salir como todos la sentían? Me levanté y fui detrás de mis "amigas" a la misma distancia de siempre y cuando llegamos en el mismo puesto de siempre, estás seguían hablando como todos los días, con su tono de voz feliz, sus risas al jisoo y lisa comentar algo "gracioso", no aguantaba más ¿Por qué no me hablaban? ¿Tanto les costaba preguntar cómo estaba? ¿Por qué toman por alto mi presencia? ¿Tan insignificante era?

- odio esto - Jennie finalmente hablo, llamando la atención de todas, el silencio se hizo presente por unos segundos los cuales hicieron que creciera una gran bomba en el pecho de jennie, con una mecha muy, muy corta.

- ¿Qué dices? - Rosé habló, mirándola de arriba para abajo, sin entender aquella oración sin sentido dicha por la castaña, la rubia había notado a jennie muy rara meses antes, sin embargó, decidió no hablar del tema ya que pensaba que podría ser por problemas o otro tipo de cosas personales

- ¡Mierda! ¡Odio esto! odio la universidad, odio las malditas personas que vienen aquí, odio como me ignoran, odio mis padres, ¡Odio como me toman por alto como si no valiera una mierda! - Sus amigas se quedaron sin palabras, totalmente quietas, la castaña no era de aquellas personas de hablar tales cosas, ni mucho menos con el tono que estaba usando ahora mismo, ¿En verdad era ella la jennie que conocíamos? , Estaba cambiando demasiado... - ¡son mis amigas maldita sea! ¿Por qué no pueden preocuparsen por un maldito segundo? ¿Por qué actúan como unas estúpidas que no les importa la vida en lo obsoluto? ¿Por qué no puedo tener la felicidad de ustedes? ¡Todo me pasa a mi! ¡Obsolutamente todo lo malo!

Lisa puso una mano en su nuca apretando de este para hacer un intento de calmarse, ella era una persona de estresarse fácilmente por cualquier cosa insignificante.
Detestaba los conflictos, no sabía como hablar con estás personas sin estrestresarse, por lo tanto evadía tanto como era posible esas situaciones. Jennie miro los ojos de cada una, el silencio la destruía, no podías seguir allí mucho tiempo más.

- ¡Váyanse a la mierda todos!

En ese momento sintió como aquella bomba que tenía oprimida en su pecho, se prendió.









y estaba segura que no había nada ni nadie que pudiera apagarla.

depression; jennie kimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora