Capítulo 2

8 4 0
                                    

Capítulo 2:
6 meses después...
Después de irnos de la casa en la que vivíamos allá en Los Ángeles nos mudamos a Madrid, que gran cambio, aún sigo pensando que fue una locura. Pienso que deberíamos habernos quedado ahí, por si mamá regresaba. Ya que nunca se encontró cuerpo por lo que no existe muerto. Existe la posibilidad de que no le haya pasado nada y también está la posibilidad de que este en algún agujero del bosque en un estado de putrefacción muy avanzado, pero no quiero pensar en eso. Todos los días reviso las noticias de internet de mi antiguo pueblo por si encuentro algo de ella, pero, nada. 
Mi padre piensa que yo ya lo superé y que no tengo problemas para sociabilizar, pero todo lo contrario llevo trabajando en un café muy bonito se llama "El café de Valentin" todo es muy limpio y muy organizado con decoraciones en blanco y rojo con grandes ventanales y bonitos uniformes, yo trabajo en la barra de 5a.m. a  3pm con un descanso a la hora del almuerzo.  Conmigo hacen turno dos chicos y una chica. No converso mucho con ellos porque no me agradan...NO, simplemente no me hace ilusión conocer gente después de lo que sucedió con mamá, nunca fui buena sociabilizando, en mi antiguo colegio solo tenía conocidos de clase  y mi mejor amigo, mi hermano no biológico ( como solía decirle) Liam, nunca tuve más amigos que él. Los chicos del café pensarán que soy una  desagradable que se las tiene de princesa, pero ni por el estilo, yo solamente quiero poder ahorrar el suficiente dinero para poder pagarme mi carrera de psicología en la Universidad más barata, sé que no valdrá de mucho mi título en una universidad de ese tipo, por los estúpidos prejuicios de la sociedad capitalista, pero, voy a estudiar lo que quiero, es lo único que puedo permitirme. Aunque no sé si llegue para cuando empiece el nuevo curso, ya me he atrasado un año porque después de mudarnos lo único que hemos hecho mi padre y yo es trabajar, también estudio un poco en mi tiempo libre unas clases on line que me puedo permitir con unos ahorros que he hecho, con el fin de poder empezar el siguiente curso en el año que me corresponde haciendo unas pruebas para ver si estoy apta para comenzar el segundo año de la carrera, (eso es un plan de estudios que creo la universidad de Barcelona para ayudar a los jóvenes que no pudiesen ingresar por falta de dinero u otros problemas), y dejamos a la peque Ari con una vecina que se ha ganado el cariño de mi padre y mío.
Me entristece el hecho de que mi hermana no habla casi con nadie. Solo conmigo y muy pocas palabras, ella también se ha atrasado un año. Pero yo siempre la pongo a estudiar y la ayudo con las dudas que tenga hago siempre lo que puedo por hacerla reír, aunque se ha vuelto muy difícil.
- Mariana, ¿me estas escuchando? - Interrumpe mis pensamientos una voz conocida y salgo del trance.
-¿Eh? Disculpa no te estaba prestando atención, estaba pensando, ¿qué decías?- Me mira con cara extraña pero repite.
- ¿cierras la caja tú para el otro turno o lo hago yo?
Yo niego con la cabeza –No, no, eso no, yo voy a organizar las ordenes tu cierra la caja por favor.
-Ok - dice ella y ocupa mi puesto detrás de la barra y me dice -Date prisa que te voy a adelantar en el  auto de mamá- asiento y me dispongo a ir a hacer mi último deber del día con este Café. 
Leila Marshall es la chica que trabaja conmigo de turno y no es que me desagrade, al contrario es la única que ha sido insistente conmigo a pesar de todos los reproches, es muy bonita, tiene la melena corta de color negro y con unos risos de envidia, tiene los ojos color miel y la piel color canela, es una chica que llama mucho la atención, tiene la voz suave y armoniosa y muy educada, cada vez que llega al trabajo me saluda muy cariñosamente como si nos conociéramos de toda la vida, me saca muchas sonrisas porque es muy graciosa y siempre que su madre le presta el auto me dice que me deja en casa.

-Listo – exclama ella dándome un susto de muerte, al percatarse de eso comienza a reír como una loca y me contagia y me uno a sus carcajadas. – ya llegamos –repite- eres muy asustadiza no creo que eso sea normal.
Ya, es que estaba pensando en cómo tú eres conmigo y  que nunca te lo he agradecido. En compensación por siempre que puedes traerme a casa y no rendirme a pesar de que yo sea una antipática y asocial déjame invitarte a una taza de chocolate y unas galletas. – ella me mira con cierta duda y al ver que no responde le digo.
- porfa déjame darte las gracias para que mi padre y mi hermana te conozcan y sepan que tengo a alguien que es lo más parecido a una amiga aquí en este lugar.
- Bueno- dice ella- si es así entonces acepto, pero con una condición- volteo a mirarla con el ceño fruncido
- ¿Cuál sería esa condición? –pregunto esperando su respuesta. Ella ensancha su sonrisa y me mira con cierto brillo en los ojos.
- Que vayas a mi fiesta de cumpleaños, por favor, te lo iba a preguntar en otro momento pero hay que aprovechar las oportunidades que te da la vida, ¿no crees?
- Lo voy a pensar ¿ok?, no te prometo nada y no es seguro pero lo voy a pensar.- abro la puerta del coche y pongo un pie en la acera y me volteo a verla.- ¿vienes o no?- ella me mira y grita- Pues vamos, ese chocolate caliente me está dando gritos.- comienzo a reír y la guio hasta la entrada.

La casa aquí en Madrid no es muy lujosa pero no está mal. Tiene un living mediano con un sofá grande de tres persona y un par a los lados para una persona, una mesa para café en el medio de los tres muebles y un televisor no tan grande de acuerdo con el tamaño del lugar. Me gusta esta casa es agradable aunque faltan el toque de mamá, la extraño mucho. 

Después de tomarnos el chocolate y darle de las galletas que había preparado llega mi hermana de la mano de papá, corre directo hacia donde estoy yo y no le hace caso a la chica a mi lado. Le digo que le dé un beso y después de eso se va hacia su habitación. Mi hermana Ariana es una niña de 8 años muy bonita que a diferencia mía tiene los cabellos color miel y unos ojos azules preciosos. Yo, en cambio tengo el pelo color zanahoria, si color zanahoria, lo tengo muy largo, por debajo del trasero por eso siempre lo llevo recogido en una coleta o una trenza, y mis ojos pues son verdes, muy verdes, un verde intenso y muy poco común, iguales a los de mi madre.

____________________________________________
Aquí mi segundo capítulo. Espero y les guste. Son cortos, pero quiero ir perfeccionando. 
Muchos abrazos de panda.🐼

Ig: _.LauraVega._
Twiter: Laura_VG04

Red De MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora