Todo el mundo ama a Pei JiYu

Capítulo 3 - Un Breve Sueño

No esperaba encontrarme con un conocido mientras salía a comer.

Tan pronto como dejé el menú después de ordenar, un hombre se sentó frente a mí y casi me dio un susto.

Mirándolo más de cerca, resultó ser el Dr. Meng.

Actualmente, no estaba trabajando y vestía ropa informal. Su expresión tampoco era tan seria como cuando lo vi en el hospital. Apenas pude reconocerlo.

"Dr. Meng, "saludé.

Se volvió a presentar: "No estoy trabajando ahora, así que puedes llamarme Meng SiQi".

"Meng SiQi," dije, cambiando fácilmente mi término de dirección.

Él me sonrió.

Vaya, realmente me estaba sonriendo.

Como había asumido que era alguien que no sonreía, parecía como si hubiera visto un fantasma a plena luz del día.

"¿Es usted realmente el Dr. Meng?" Pregunté incrédulo.

Pareció desconcertado y dijo: "Por supuesto que lo estoy. ¿Porqué preguntarias eso?"

"Te ves como una persona diferente".

Entendió lo que quería decir después de un tiempo.

"Es algo que se requiere en mi profesión", dijo. "Para ser médico, uno no puede ser emocional".

Asentí con la cabeza para indicar que entendía. "Los médicos no son seres humanos".

Meng SiQi se lo tomó con calma.

Al ver que no se opuso a mi declaración, fui aún más lejos.

"Cada vez que nos conocíamos, actuabas así".

Recordé cuidadosamente los casos en que nos conocimos, puse una cara solemne y lo imité. "Señor. Pei, le sugiero que informe a su familia ".

Le divirtió tanto mi imitación que se echó a reír.

"Señor. Pei, eres una persona muy interesante ", dijo.

"Puedes llamarme Pei JiYu". También me eché a reír. "Me dijiste que te llamara Meng SiQi, pero te diriges a mí como Sr. Pei. Eso es demasiado educado ".

Él asintió con la cabeza y dijo: "JiYu".

Este hombre. Solo le dije que no fuera demasiado cortés y aprovechó para llamarme tan íntimamente.

"JiYu", dijo con un semblante severo, "Deberías aceptar el tratamiento o será peligroso".

Pero, el frío Dr. Meng había regresado.

"No tengo miedo." También dejé de reírme y le dije en el mismo tono: "Tengo una enfermedad terminal y moriré pronto, así que tener cáncer no es nada significativo. No es como si pudiera vivir mucho ".

Estaba desconcertado, sin saber si reír o llorar.

"Entristecerás a tus padres con esa actitud".

Sacó la tarjeta de la familia, pero fue una pena que no funcionara conmigo.

Le respondí: "Mi madre murió cuando yo era joven y mi padre rompió nuestra relación entre padre e hijo".

Ante eso, se quedó sin palabras.

Luego le expliqué: "Mi padre se avergüenza de que me gusten los hombres. No lo he visto en cuatro años ".

Abrió la boca y la volvió a cerrar. Probablemente quería disculparse, pero no sabía cómo, parecía avergonzado.