Si antes las miradas de MinSeok lo atravesaba como espadas, esta vez su mirada lo mandaba directo al infierno con una estaca atravesando le el trasero.
-¡Tatuajes! -gritó emocionado Jinki mientras miraba su cuerpo, desde cabeza a pies con tatuajes de todo tipo.
-¿Me explicas primero y después te asesino? o ¿Te asesino y después le explicas al diablo? -habló Min con la voz más intimidante que podía hacer.
Primer cagazo como padre, deberían darle un premio.
-Primero hablamos y después me das tiempo de correr -dijo con la voz más inocente que pudo hacer en ese momento.
-Entonces... Comienza a correr -respiró profundo.
JongDae comenzó a correr como alma que lleva el diablo, aunque este diablo era bajito, con mejillas gorditas pero rojas de rabia. El mayor comenzó a lanzar objetos intentando dificultar la misión de Min, aunque como esta situación ya la habían vivido un millón de veces, ya sabía que MinSeok pronto se cansaría de correr.
Y así fue, el menor poco a poco fue deteniendo su andar hasta quedar parado en el medio de la sala con ambas manos en su cadera, recuperó un poco el aire para mirarlo.
-¡Explícame ahora! -gritó y luego recuperó la compostura.
-No son permanentes, te lo juro, se salen con agua -intentó calmarlo y al parecer había funcionado, al menos un poco.
-Más vale que se les quite, porque mañana tenemos que ir al doctor y al psicólogo. ¿Qué van a pensar si los llevamos cubiertos de tatuajes? -gruñó.
-Que son unos niños muy cool -intentó bromear, pero al otro no le pareció para nada gracioso.
-Voy a raparte y usaré tu cabello de esponja.
Dae tragó saliva. Está bien, si la había cagado un poco, pero estaba seguro que los tatuajes saldrían, al menos la mayoría.
-Ya niños, todos a bañar, quiero ver si tengo que asesinar a JongDae -los niños obedecieron dirigiéndose a la habitación del mayor.
-No te enojes, te juro que salen -pidió piedad, era muy joven y guapo para morir.
MinSeok se dejó caer en el sofá notablemente cansado, suspiró y cubrió su rostro con sus manos. ¿Tan enojado estaba?
-Min... Te prometo que saldrán, en serio tienes que creerme -intentó convencerlo nuevamente.
-JongDae, no estoy enojado contigo... Digo, si estoy enojado, pero no tanto, esto es algo pequeño -murmuró sin cambiar de posición.
-¿Entonces qué pasa? -preguntó por la extraña actitud, comúnmente no llegaba tan cansado de su trabajo.
-Creo que necesito otro trabajo.
-¿Por qué? tu amas ese trabajo, ¿Pasó algo? -era muy extraño que el pelinegro quisiera retirarse, él sabía que era un trabajo que realmente adoraba.
El pelinegro suspiró -Estoy teniendo un problema con un compañero. Te juro que tú ya quedaste en segundo lugar de las personas que quiero golpear -no sabía si sentirse feliz por eso.
-¿Alguien te está molestando? ¿Quieres que lo golpeé? -si alguien intentaba pasarse de listo obviamente le partiría la cara, nadie se metía con Min, solo él podía hacerlo enojar.
El menor río. Al menos se había relajado un poco -Eso estaría genial pero no es buena solución. Solo buscaré un nuevo trabajo... Y luego dejaré ese.
-Está bien. Pero insisto, si lo necesitas yo golpearé a quien sea -sonó tan serio que MinSeok después de mucho tiempo le había sonreído sinceramente, era pequeña pero ahí estaba, una sonrisa cálida. Algo en su interior dio una vuelta mortal y se quedó retumbando. Esas no eran mariposas, esas cosas eran abejas zumbando de un lado para otro.
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𝒫𝒶𝒹𝓇𝑒𝓈 [𝒞𝐻𝐸𝒩𝑀𝐼𝒩]
FanfictionKim JongDae y Kim Minseok se odian a muerte. Ambos viven juntos hace un año ya que ninguno puede costear un departamento solo, así que se convirtieron en compañeros de cuarto. Desde el primer día que se vieron se generó una rivalidad tonta y sin fun...